Torre Carmelet

En el llamado Pla de les Torres, a unos 15 kilómetros del pueblo y a dos del castillo de Albalat, junto a la autopista A-7. Su acceso es muy sencillo al encontrarse junto al llamado Camí de les Torres. También es llamada Torre de la Pedrera.

Buen estado, pero abandonada.

 

 

 

Detalle del matacán que defiende la puerta, y la puerta misma.

Torre de planta cuadrada, con 12 m. de altura y fábrica de buena mampostería con sillería en las esquinas, vanos, matacán y canecillos que soportan los garitones. En su fachada dirigida hacia el Sureste destaca un garitón y un matacán que defiende los únicos vanos de la torre: la puerta y dos ventanas emplazadas en la primera y segunda plantas. Bajo la ventana de la primera planta posee el escudo de los Banyull. En la esquina Oeste también tiene otro garitón. La puerta de entrada se halla situada a ras de suelo. Es adintelada.  Se encuentra reforzada con chapas de hierro sujetas con clavos de forja. Estas chapas muestran una docena de impactos de balas de plomo de grueso calibre. En el espesor de sus muros existen aún los cajetines de madera en los que se encajaba las baldas de madera originales que servían para atrancar la puerta una vez cerrada. Encima de la puerta existe una saetera. La planta baja está cubierta con bóveda de cañón de mampostería. Conserva a la izquierda el hueco del acceso original a la primera planta. Se efectuaba por medio de una escalera de madera que una vez arriba se retiraba. En el centro de esta bóveda existe un hueco para hostigar a los intrusos si conseguían traspasar la puerta. La escalera actual de acceso al primer piso, pegada a la pared Oeste, es moderna. En la primera planta arrancan dos pilares, adosados a los muros, que ascienden hasta la segunda planta para soportar el arco de medio punto que mantiene la terraza. En estos dos pilares observamos el arranque y final de un arco que no llegó a construirse nunca. En su lugar se subió un pequeño pilar de mampostería en el que se apoyó una viga de madera para sostener el piso de la segunda planta. Con el paso del tiempo la viga se pudrió provocando el derrumbe de toda la planta. Durante las obras de restauración se montó el arco de 11 dovelas de 150 kg cada una. A la primera planta sólo le entra luz por medio de la ventana que hay en la fachada de 70 x 90 cm. También posee cajetines de madera en sus muros laterales para alojamiento de la balda de atrancar la ventana. En ella podemos observar una gran chimenea de sillería que tiene la salida de humos en el interior del muro, que calentaba el segundo piso. Salía al exterior a nivel del parapeto superior. Es obra defensiva del siglo XIV.

La despoblación sufrida por la zona litoral en el siglo XV, no provoca el abandono total, sino que hay zonas en las que se siguen cultivando campos, es decir hay gentes del interior que bajan a cultivar las tierras de la Ribera y que por la distancia deben permanecer algunos días en la zona. Estas torres servían en caso de peligro a los campesinos si los piratas llegaban de improviso a la costa.