Se encuentra en el camino de Benimagrell, frente al número 33, en zona de huertas libre de construcciones modernas, por lo que es visible desde gran distancia.
Su estado es bastante bueno y todavía habitada, aunque el tejado, las vigas y algunas partes están algo deterioradas.
Consta de planta baja y cuatro pisos, teniendo el último un tejado a dos aguas, y planta cuadrada (6 m. de lado) con crujía central porticada. Este último piso fue añadido con posterioridad. Está asentada sobre un pronunciado talud y presenta varias aspilleras. Está construida a base de sillarejos y mampostería y presenta sillares en sus esquinas. Su interior está poco alterado y conserva la puerta de entrada elevada, con gorroneras, y la estrecha escalera de caracol. También aparece una trampilla para acceder al sótano situado bajo la escalera de caracol. Se encuentra adosada por tres de sus lados a una casa en regular estado de conservación. Es de destacar el arco de entrada a la finca. Cerca de la torre se encuentra una pequeña ermita neoclásica que se encuentra en mal estado. Su nombre le viene de la palabra valenciana «boter», es decir botero, el que fabrica botas de vino. En el interior de la torre se pueden observar varios grafitos, sobre todo de barcos aunque algunos son ya irreconocibles.