Estuvo situado sobre el río Eume, cruzando desde Puentedeume hasta Cabañas, pero fue derribado en el pasado. De él recibe su topónimo “pontes de Eume”. Este puente fue uno de los más largos de Europa y además con una larga vida. Por su importancia estratégica y económica es considerado como uno de los más importantes de España y también del viejo continente.
Existen noticias de la existencia de un puente ya en la lejana fecha de 1162, pero de un puente de madera. El legendario puente de piedra que dio nombre a la localidad se construyó entre 1380 y 1386. Se dice que tenía 78 arcos, 850 m de longitud y 3’3 de anchura. Y estaba defendido por dos altas torres que controlaban su paso, una (torre del Puente) entre los arcos 8 y 9, y la otra (Torre del Risco) entre los arcos 40 y 41. Además, en medio de alzaba un gran edificio que fue hospital para peregrinos, entre los arcos 20 y 21. El número de sus camas oscilaba entre 4 y 12. El número de arcos varió de 71 en 1655 a 58 en 1721 y 50 en 1862. En términos de su longitud, y a pesar de sufrir la supresión de los arcos y la sustitución del estilo gótico existente por otros semicirculares, el puente apenas varió, midiendo 851 metros en 1649 y 847 metros en 1721.

Maqueta del puente, situada en la Torre de los Andrade.
Algunos autores atribuyen la construcción del primer puente en este lugar a los romanos. El promotor del primer puente de piedra fue Fernán Pérez de Andrade, el Bueno, por privilegio del rey Juan I el 20 de marzo de 1384. Tan solo 27 años después de su construcción se eliminaron 7 de sus arcos. El hospital desapareció entre los años 1791 y 1820 y la capilla, las torres y las esculturas del oso y el jabalí, símbolos de los Andrade, en el año 1843. En el año 1588, debido a un deterioro avanzado, se llevó a cabo la primera gran reparación del puente, finalizándose en el año 1595. En documentos del siglo XVII, se hace referencia al hecho de que en 1647 el puente sufrió la caída de varios arcos, interrumpiendo su paso y que se debió al intenso tráfico que soportó además de las inundaciones en tiempos de fuertes lluvias. Veinte años después, y no sin problemas, especialmente en el campo económico para pagar su reparación, el puente fue reparado por Sebastián Méndez, maestro de obras de la ciudad de Barallobre. El viejo puente medieval ya estaba muy deteriorado con pocos arcos todavía en pie, por lo que en 1862 se abrió una pasarela temporal de madera, que duraría unos años. En 1863 se completó la demolición de los restos del antiguo puente medieval.

Puente de madera de 1863.
El puente actual fue construído entre 1864 y 1870. En un principio tenía tan sólo 11 arcos, después se aumentaron hasta los 15 que tiene hoy. El 26 de diciembre de 1874 una riada derrumbó tres de sus arcos. No se terminó su reparación hasta 1889. Este puente es el que con pequeñas modificaciones, ha llegado hasta nuestros días. Hoy está formado por 15 arcos con una luz que varía entre diez y doce metros. La cantería es el material por excelencia, utilizado en muros, tajamares y balaustrada y sobre ella pasa la carretera nacional N-651, por lo que soporta un denso tráfico rodado.
Puente actual.



En la rotonda que hay en la entrada del puente se encuentran encaramados sobre sendos bloques de piedra un oso y un jabalí, emblemas de la Casa de Andrade, antaño enclavados entre los arcos segundo y tercero, en el hueco de los tajamares. En el lomo del jabalí aparece la siguiente inscripción: («XIV: en na era de mil e CCCLXXX años da nacenza de noso sr IESU XVO por abril comenzada e acabarona en seis ans esta ponte»).