Se ubica en el centro del pueblo, en la plaza del Matzem.
Muy buen estado. Recientemente restaurado.
Fue construido en el siglo XVI por el conde de Cocentaina a semejanza del que construyó en Cocentaina, pero más pequeño. Tiene dos potentes torres flanqueando la fachada, una más grande que la otra, lo que le da un curioso aspecto desigual. La torre Norte es de planta cuadrada (5’50 m de lado) y la torre Sur, de planta rectangular (7 x 6 m). Las dos tienen la base ataludada, con fábrica de mampostería reforzada con sillares en esquinas y contornos de los vanos. Presentan numerosas aspilleras y se rematan con un parapeto corrido. El interior ha sido remozado completamente sin conservar nada de la obra original. Actualmente es utilizado para albergar el Museo de Moros y Cristianos y diversas exposiciones temporales.
Después de pertenecer durante tres siglos al almirante Roger de Lauria y sus descendientes, fue donado en el siglo XV por Alfonso el Magnánimo a Ximén Pérez de Corella, formando parte del condado de Cocentaina. Durante las Germanías fueron bautizados a la fuerza los moros de Muro por los agermanados de Miquel Doménech, el cual luego fue ahorcado en Valencia y los moros vueltos a sus prácticas religiosas. Tras su expulsión en 1609, Muro fue repoblado con cristianos viejos mediante contrato desventajoso, por lo que, en 1693, se levantaron contra el conde. Fueron derrotados en la batalla de Setla de Nunyes, y su líder, el cirujano de Muro, José Navarro, ejecutado en Valencia.