El mismo lienzo antes de su restauración, en 1998.
Rodeaban el casco urbano incluyendo algunos campos de cultivo y secaderos de arroz, pero los únicos restos existentes son dos muros que se encuentran en la Ronda del Borx, junto a un jardín, y en la c/ del Sequial, cerca del asilo.
Otro aspecto del mismo tramo.
Cerca algo endeble dada la presteza con que se levantó, entre 1838 y 1841, dada la inminencia de algún ataque carlista durante la primera guerra carlista. Es de mampostería, con poca altura y menos anchura, y con abundantes aspilleras para el fuego fusilero. Al cabo de los años, el crecimiento urbano desbordó dicho recinto, siendo derribado.
A pesar de tanta prevención, el carlista Tallada penetró en Sueca cobrando tributos y llevándose armas, ropas y caballos. Y aún volvieron a entrar con idéntico fín, en 1874, durante la tercera y última guerra carlista, esta vez al mando de Ramón Domingo.