
De las antiguas murallas de Samper tan solo han quedado dos de sus portales, muy transformados al haber sido convertidos en capillas, como es muy habitual en toda la zona del Bajo Aragón. No obstante, esta acción los libró de un más que probable derribo. A pesar de ello, en 1970, se planeó su derribo al no poder pasar por ellos los tractores agrícolas. También existe una calle del Portal Alto, síntoma inequívoco de que pudo ser el lugar de otro portal.
Arco de San José. Se corresponde a una de las puertas de la población, situada en el barrio de los Alamines, al Norte del pueblo. Se compone de dos pisos: el inferior, que se corresponde con el arco de paso de la puerta; y el superior, que se corresponde con la capilla. El piso inferior, consiste en un pasaje en arco adintelado de madera, que forma el paso de la muralla. Del portal original solo se conservan las jambas de la puerta y los boquetes para ajustar la tranca. Construida está la parte baja en sillares de piedra arenisca, mientras el piso superior es de ladrillo enlucido.



Arco de Santo Domingo. Situado en el barrio de Santo Domingo, al Suroeste del pueblo. Dedicado al patrón de la población, el arco comunica la plaza del mismo nombre con la calle del Molino, acceso natural al centro de la población desde la carretera. Sobre él, y dando a la plaza, está la capilla de Santo Domingo que permanece abierta en las fiestas patronales y ante la cual se celebra una misa en honor al santo todos los años. La estructura del arco es de piedra sillar de arenisca de la que parece ser solo quedan las jambas y el arco se perdió al hacer sobre él la capilla, que es de ladrillo.
