Murallas de Huete

 

 

Desde el extremo Norte del castillo se puede seguir el recorrido de la muralla por la forma del terreno. Hasta llegar a los primeros cubos, muy maltrechos.

Las murallas comenzaban en el torreón circular septentrional del castillo para, descendiendo, dirigirse hacia el Este por el Camino de las Tiendas. Cambian de sentido al llegar a la calle de la Muralla hacia el Sur. Corren paralelas al castillo por dicha calle y la de Anselmo Cuenca, hasta el Arco de Almazán. Desde este punto dejan de seguir el callejero urbano para desplazarse entre las viviendas hacia la colina de San Miguel y girando otra vez hacia el Oeste, hasta llegar de nuevo al flanco meridional del castillo.

Al igual que el castillo, su estado es pésimo. Quedan pequeños y escasos tramos muy mal conservados.

 

 

Lienzo Norte. Algunos autores identifican aquí ocho cubos. Su erosión es tan acelerada que nosotros solo distinguimos cinco. Curiosamente, esta es la zona que cuenta con un proyecto de restauración.

 

 

 

Lienzo Norte.

 

 

 

Este es el mejor cubo de esta zona y el único que conserva los sillares de recubrimiento.

 

 

Cubo Noreste. Aquí la cerca cambia de dirección para dirigirse al Sur.

En su flanco Norte se han conservado, en un largo muro de tapial, algunos cubos de mampostería con 3 m. en sus frentes. Su altura aproximada es de 4 m. estas medidas son un recuerdo debido a la fuerte erosión. Excepto una, todas han perdido el recubrimiento de piedra, quedando el tapial al aire.

En la muralla de Huete, pese a su lamentable estado, se puede observar la gran variedad de aparejos utilizados para su construcción. Tanto tapial de tierra y de mampuestos, sillarejo, sillares y mampostería con verdugadas de ladrillo. Toda la cerca corresponde a dos momentos constructivos diferentes. El musulmán de época emiral del siglo X, en tiempos de al-Mutarrif, que llevó a cabo las más importantes obras de fortificación en la ciudad. Y más tarde, el castellano, entre los siglos XIII y XIV. Seguramente, los lienzos del Norte en tapial, son musulmanes, y los del Sur, en mampostería, cristianos.

Restos de la torre que defendía el desaparecido Arco de Daroca.

 

Arco o Puerta de Daroca. Lo encontramos una vez que la cerca gira hacia el Sur. Estuvo defendida por dos grandes torres macizas de tapial, pero hoy solo queda parte de una de ellas embutida entre las casas y, en el momento de nuestra visita, apuntalada de urgencia.

 

 

Lienzo existente a continuación del Arco de Daroca.

 

Arco o Puerta de Medina. Restaurada. Su nombre tiene origen al barrio donde se encuentra, que fue repoblado con gentes de Medinaceli. Es la única puerta original del conjunto. Probablemente sea del siglo XII. En recodo, presenta dos arcos apuntados separados 3 m. a base de buenos sillares unidos por una bóveda. Cuenta con gorroneras para las trancas. 

 

 

Lo que parece la puerta y la gente tiende a confundir es un simple boquete abierto en la cerca para que pasen los vehículos. La puerta original queda semioculta y cegada en uno de sus flancos. La parte delantera esta restaurada pero la trasera, como se aprecia en la imagen inferior, es una completa ruina en riesgo de derrumbe.

 

 

 

Torreón situado junto a la iglesia de San Pedro. Posiblemente, formara parte de una puerta.

 

 

Arco o Puerta de Almazán. Era la más importante de la ciudad pero fue reconstruída de nuevo al levantar la torre del Reloj. Estaba situada junto a la parroquia de San Nicolás de Almazán, pues esta zona fue repoblada por gentes de esta población soriana. La puerta original contaba con las armas de los Reyes Católicos y el escudo de la ciudad. En 1700 se construyeron las casas consistoriales adosadas a la puerta, espacio que hoy ocupa una residencia de ancianos. Y en 1975 se construyó la torre del Reloj por el arquitecto Fernando López, derribando la puerta original y reconstruyendo otra de sillares con arco de medio punto y la vivienda del corregidor en su parte superior.

De aquí, la cerca asciende hacia un cerrete, en el que hay un torreón blanquecino, partido verticalmente, y diversos muros. Luego, la muralla desaparece a trechos, para llegar a un cerro circular donde se encuentran unos depósitos de agua, para girar hacia el Norte y llegar al castillo por su extremo meridional.

Lienzos situados en el interior de la residencia de ancianos.

El muro se dirige, en claro ascenso, hacia una colina.

 

 

 

 

Restos de un torreón al inicio de la c/ San Miguel.

 

 

 

Restos diversos, todos en muy mal estado, entre las casas de la colina.

 

 

 

 

 

Cubo de tapial fuertemente erosionado.