Castillo de Huete

Flanco oriental.

Flanco occidental.

Sobre el llamado Cerro del Castillo, de 926 m. de altura, dominando la población desde el Oeste. Su acceso no reviste complicación alguna, incluso con vehículo. También es llamado Castillo de Luna.

Muy mal estado. Prácticamente desaparecido. Por historia y posición debió ser uno de los grandes castillos de España, sin embargo no es más que un triste recuerdo. Y los escasos restos existentes siguen deteriorándose con rapidez.

 

 

 

Torre Sureste. Prácticamente lo único que queda y ha sido reconstruída.

 

 

 

Parte superior de la torre Sureste.

Lienzo Sureste, con la base de un cubo.

Castillo montano con planta irregular alargada orientada de Norte a Sur, de grandes dimensiones, quizá antigua alcazaba musulmana. Presenta una longitud de 330 m. y una anchura máxima de 110, encerrando una superficie de 2’40 Ha aproximadamente. En su cima aplanada se levantó en el pasado, con materiales del castillo, un gran monumento al Sagrado Corazón, una antena de gran altura y otras más pequeñas, además de un pequeño observatorio meteorológico. Se cree que tuvo una sola puerta en el extremo meridional y que sus lienzos estaban reforzados por torres de trecho en trecho, de las que se adivinan algunas en muy mal estado sobresalir entre la vegetación. Todo el cerro está tapizado de una espesa alfombra de hierba que oculta los pocos restos que quedan. Aun así, resultado de antiguas excavaciones, se pueden observar algunos silos, aljibes, canales y numerosos lienzos a nivel de cimientos a lo largo de todo el recinto. Para su construcción se utilizó la piedra de la antigua ciudad de Opta, en el cerro de Álvar Fáñez, situado enfrente al otro lado del casco urbano. Y, a su vez, para levantar las casas del pueblo, se reutilizaron los materiales del arruinado castillo.

Torre y lienzo Sureste. Ha perdido los mampuestos exteriores.

Vestigios de otro cubo en el lienzo Sureste.

Apenas es perceptible el muro oriental entre la hierba.

Cueva situada en el castillo. En su interior hay diversos compartimentos. En uno de ellos se conservan las paredes de obra para hacerlo más habitable.

 

 

 

El castillo desde el Sureste.

 

 

 

Batiburrillo de restos en el frente oriental.

 

 

 

Extremo septentrional del castillo. Por la forma del terreno parece que aquí se alzaba una gran torre de planta circular.

Habitaciones y dependencias varias sacadas a la luz en antiguas excavaciones.

Silo.

En unas excavaciones realizadas en 1985 por Carlos Moncó aparecieron restos de la Edad del Bronce. Aunque el castillo propiamente dicho lo debieron construir los árabes en época emiral, en torno al siglo IX. Aparece nombrado por primera vez en el año 908 cuando muere el señor bereber de Santaver, Muza ibn Dil-nun, a quién pertenecían estos territorios, pasando entonces Huete a su hijo Mutarrif. Mutarrif llevó a cabo importantes obras de fortificación tanto en el castillo como en las murallas. En el año 935, Abderramán III de regreso a Córdoba, pernoctó en Huete. La conquista cristiana se produjo tras la caída de Toledo en 1085, aunque estas tierras fueron respetadas por Alfonso VI, como propiedad de Alcadir, rey derrocado de Toledo, hasta su muerte en 1091, según los pactos de rendición. Fue ocupado por el lugarteniente del Cid, Álvar Fáñez. Pero los almohades pusieron sitio a Toledo mientras sus tropas asolaban las tierras cercanas.

Extremo meridional, por donde discurre la carretera de acceso.

Así, los almohades pusieron sitio a Huete en 1172. Ante la llegada de los moros, los cristianos tuvieron tiempo de fortificarse. El 11 de julio llegaron los moros a la vista de Huete, defendida por el hijo de don Manrique de Lara. Los moros tomaron los arrabales, incendiaron casas, cortaron el acceso al río para rendir la plaza por sed. El día 12 allanaron el foso y derribaron la primera empalizada. Quemaron varias iglesias y construyeron máquinas de guerra. El día 16 se acabó el agua de los cristianos. El 17 fracasó el asalto musulmán. El 20 llegaron las patrullas musulmanas que habían salido días antes a recoger provisiones con las manos vacías. Ante la necesidad de suministros para un ejército de 100.000 hombres, el día 22, el sultán ordenó levantar el sitio y dirigirse hacia Cuenca, a la que llegaron al atardecer del día 25.

 

 

 

Uno de los cubos del flanco occidental.

De esta acción ha quedado un topónimo, pues el lugar en que acamparon los almohades, al Noroeste del castillo, se llama Llano de las Tiendas o Las Tiendas. Más tarde, Enrique IV convirtió Huete en ducado, donándolo a don Lope Vázquez de Acuña, pero la recuperaron los Reyes Católicos, eliminado el título puesto que los Acuña eran acérrimos defensores de Juana la Beltraneja. El castillo fue reformado por última vez por los Reyes Católicos, tras la expulsión de los judíos.

 

 

Explanada superior. A la izquierda se ve parte del monumento al Sagrado Corazón y en el suelo basamentos de diversos muros.

 

 

 

 

Restos de otro de los cubos.

Extremo Norte del cerro del Castillo.