Puerta de San Cristóbal, en la actualidad. Vista desde el exterior y desde el interior.
Estuvieron situadas en el casco urbano. Debieron formar un sistema complejo, divididas en diferentes barrios y ampliadas en diversas ocasiones a lo largo de la historia.
Casi todo el recinto amurallado ha desaparecido actualmente, aunque su recorrido puede rastrearse en numerosos puntos.
El antiguo barrio de Benacacira se hallaba defendido por murallas construidas durante la época musulmana, y que fueron también utilizadas por los conquistadores cristianos, quienes las reformaron y ampliaron debido al aumento de la población y al crecimiento del núcleo urbano. Sus muros fueron unidos con los del castillo, dejando entrada por la placeta que en el siglo XVII se llamó del Ángel. Este barrio estaba rodeado por una muralla con cuatro puertas, de la que subsiste una, la de San Cristóbal.
Existió otro recinto, adosado o adyacente al anterior. Las dos puertas más significativas de esta muralla mandada construir por Jaime I, son la del Azoque y la Peirería. De forma que vino a quedar Benacacira tan apartada de la villa que en algunos mapas antiguos, les ponían y notaban los cosmógrafos, como a distintos lugares. Como conclusión, los barrios amurallados serían el de la Petrosa, Azoque, Cuesta del Cementerio y calle Caballeros quedando el barrio de Benacacira totalmente aparte.
Restos posibles de la muralla, de diverso tamaño y consideración, pueden encontrarse entre las callejuelas.