Esta espectacular muralla se sitúa al Oeste del monasterio y de los castillos. El espacio que encierra correspondía al albácar o albacara, de ahí su nombre, puesto que no protegía viviendas sino personas y ganados. Aunque encierra un recinto suficiente claro está compuesta por lienzos de dos épocas diferentes. La cortina superior que une los dos castillos es del siglo XV, mientras que el resto es del XII o XIII.
El muro o cortina de la parte superior cuenta con cinco cubos rectangulares, aparejados en mampostería con llagueado de escorias. La fábrica es similar a la del Castillo Nuevo, lo cual indica que también fue ejecutado por las mismas fechas. Los cubos miran hacia el interior de la población, pues el peligro tanto podía venir de fuera como del interior de la villa. La cortina remata al Norte en un baluarte, y conectaría con el Castillo Viejo mediante un puente levadizo, ahora desaparecido. La cortina con cubos rectangulares del siglo XV también ha visto como el parapeto carlista con aspilleras, fue eliminado por la restauración de los años 2005-2006 del Ministerio de Cultura.


Uniendo los dos castillos aparece la cortina del siglo XV.



Desde el Castillo Nuevo, el muro desciende hasta la Puerta de Sicuendes.
Los muros del siglo XII son uno de los escasos ejemplos conservados de muros en zig-zag, también conocido como muro en cremallera. Se compone de once retranqueos, bien reforzados con buena sillería en las esquinas, cubos muy deteriorados y dos puertas sólidamente defendidas.
Puerta de Sicuendes. Reformada en su totalidad, se abre hacia el Sur, presenta un arco apuntado que cronológicamente debemos situarlo a partir de la segunda mitad del siglo XII-XIII.
Puerta del Cementerio. Presenta una fábrica de sillería escuadrada con un arco apuntado muy bien trabajado, dentro de un acceso en recodo, para el que hay que rodear una torre flanqueante. Es una de las puertas en recodo más complejas de la poliorcética cristiana en España.
Puerta de Sicuendes.


Muro en cremallera.

Los muros del siglo XII-XIII se encuentran muy erosionados, con graves pérdidas de piedras. Peor está el sector Norte, pues a los mismos males hay que añadir la invasión de enredaderas que las ocultan casi por completo. También todo el muro ha perdido altura. En cambio, la parte meridional ha sido restaurada con acierto y la Puerta de Sicuendes, reconstruída, después de muchos años de estar tapiada.


Lugar de la Puerta del Cementerio.