Muralla Carlista de Requena

En la actualidad, los únicos restos que se pueden observar se encuentran en la parte posterior de las casas del barrio de Las Peñas, en el lugar llamado Pedazo de los Muertos, y las múltiples aspilleras que se abren en los muros del convento de San Francisco.

Requena tomó partido a favor de Isabel II de España, lo que hizo que fuera atacada por el general carlista Cabrera en septiembre de 1835, aunque no consiguió tomar la plaza. Este ataque provocó una serie de medidas defensivas, como la apertura de algunas zanjas y la formación de barricadas. En el verano de 1836 se construyeron algunas baterías y se abrió un foso con puente levadizo en la puerta de Valencia, que sirvieron para rechazar un nuevo ataque, que le valió el título de Ciudad. Fue nuevamente atacada por Cabrera en 1837, lo cual hizo que las autoridades militares decidieron dotar a la ciudad de nuevas y más potentes defensas. Se mejoraron las murallas, se construyeron muros de cal y canto, tapias, fosos, baterías, tambores, aspilleras, etc., aunque actualmente apenas pueden verse restos dispersos a lo largo de diferentes calles y zonas del municipio.

 

 

 

Pedazo de los Muertos. Muro Norte del barrio de las Peñas.

Reunido el Ayuntamiento el 27 de junio de 1835, se empezaron a tomar medidas de todas clases para tratar de afrontar un posible ataque carlista. En lo referente a la fortificación, el maestro de obras Guillermo Sáez llevó a cabo la construcción de un primer circuito defensivo que rodeaba la población, aprovechando en gran medida muros de casas y tapias de corrales y huertas. Luego se fueron creando nuevos puestos defensivos y arreglando otros.

Cerrito de Isabel II. De su famoso fortín solo han quedado unas extrañas formas en las rocas.

Tras la construcción de tantas obras a lo largo de la ciudad, es llamativo pensar que en la actualidad no se conserve casi ningún vestigio de aquellas extensas defensas. Y si bien es verdad que a finales del siglo XIX se derribaron buena parte de las puertas, fortines y cuerpos de guardia, también es cierto que hasta no hace muchos años se podían ver diversos tramos de muralla por diferentes puntos de Requena. Uno de esto últimos tramos de muralla se hallaba junto a la Estación Enológica, pero pese al compromiso asumido por las autoridades del momento para su conservación, hoy en día no queda más que una foto y su recuerdo. Igual suerte corrieron, en diferentes momentos, el emblemático fortín de Isabel II situado en el llamado “Pedazo de los Muertos”, en Las Peñas, u otro fortín similar junto al inicio de la Cuesta del Cristo, hoy desaparecido. Es lamentable el abandono y el olvido en que con demasiada frecuencia dejamos los vestigios de nuestra historia.

 

 

 

Muro septentrional del convento de San Francisco, en el que se abren, al menos, 19 aspilleras.

Muro Oeste, con cinco aspilleras.

Muro meridional, donde solo queda una aspillera.