Monasterio de Santa María

Lo podemos encontrar fácilmente en el centro del pueblo, cuya gran mole es visible desde la lejanía. Se encuentra en perfecto estado.

 

 

Frente Norte, donde se encuentra la entrada a la iglesia.

 

 

 

Fachada meridional.

 

 

Patio interior. Al contrario que otros edificios de este tipo, no cuenta ni con jardines ni con pozo, al asentarse directamente los cimientos sobre la roca.

Gran monasterio fortificado. Edificio emblemático del Reino de Valencia, llamado “el Escorial Valenciano”, no en vano en su iglesia se venera la imagen de la Virgen del Puig, patrona del Reino. Su planta es rectangular, con cuatro grandes torreones en las esquinas, muy transformados. Conserva algunas almenas en su fachada Norte, el único elemento defensivo que se ha salvado de las reformas. Comprende dos conjuntos, un convento-residencia de frailes mercedarios, con una gran parte de carácter privado y no visitable, y la iglesia de Nuestra Señora del Puig, utilizada como parroquia por los habitantes del pueblo. La iglesia data del siglo XIII, pero a principios del XIV, Roger de Lauria inició obras de transformación convirtiéndola al estilo gótico, con planta rectangular y tres naves cubiertas con bóvedas de crucería sobre gruesos pilares. Del primitivo edificio quedó la portada del templo, románica, con capiteles historiados, y sobre ella, un rosetón. En el siglo XVIII, la estructura gótica fue revestida por un grueso caparazón neoclásico de yeso con zócalo de azulejos, eliminado en la restauración posterior. En la capilla mayor se conserva la imagen de la Virgen del Puig y en una capilla lateral se encuentra el notable sepulcro gótico de Guillem de Entenza, de 1340, tío de Jaime I. El resto del edificio, celdas de los monjes, dependencias reales, museo de la imprenta, etc. se estructura alrededor de un gran claustro. Entre sus muros se puede visitar el salón Real y sus habitaciones, de uso exclusivo de los monarcas españoles en sus visitas a Valencia, el Salón Gótico de Jaime I, donde podemos admirar la reproducción de la espada del rey y una sección de facsímiles con reproducciones de Las Crónicas del Rey Jaime I, el Llibre dels Furs… y el Salón de la Cerámica con numerosas piezas de cerámica romanas, íberas, etc.

 

 

Imagen de la Virgen del Puig, patrona del Reino de Valencia. Se trata de una escultura bizantina labrada en una gran losa de pórfido oriental, de 200 kg. de peso, del siglo VIII. 

Torre Suroeste.

Torre Sureste.

Torre Noreste.

Torre Noroeste.

Galería del primer piso.

Galería del segundo piso.

 

 

Magnífico sepulcro en alabastro de Guillem de Entenza, tío de Jaime I.

Fue fundado en 1238 por Jaime I a raíz de la conquista de Valencia. Debe su origen al hallazgo en la colina contigua de una virgen enterrada bajo una campana por monjes basilios ante la amenaza de la invasión árabe. Los centinelas del castillo observaban descender siete luminarias varias veces, prodigio que se repetía las noches de los sábados. En el lugar que las luminarias señalaban, excavaron, y San Pedro Nolasco descubrió dentro de la campana la imagen de la Virgen. Se trata de una escultura bizantina labrada en una gran losa de pórfido oriental, de 200 kg. de peso, del siglo VIII. Por tanto se trata de una de las primeras imágenes en recibir culto en España. En 1240, Jaime I donó el edificio de la primitiva iglesia, tierras y derechos a Pedro Nolasco, Gran Maestre de la Merced. En 1300, el almirante Roger de Lauria, comenzó su construcción. En el siglo XVI, Lorenzo Company, comendador del monasterio, reformó y amplió el primitivo edificio, con la bendición del arzobispo de Valencia, San Juan de Ribera, el cual colocó la primera piedra en los cimientos del torreón Norte en 1588. El edificio quedó con el aspecto actual de severas líneas herrerianas. Entre el XVI y el XVIII se completaron las dependencias conventuales organizadas alrededor del gran patio. Con la Desamortización de 1835 se expulsó a los frailes mercedarios, y todas las obras de arte y recuerdos históricos, poco a poco, fueron expoliados. A partir de entonces fue utilizado como ayuntamiento, juzgados, escuela, cuartel de la Guardia Civil, fábrica, almacén y cárcel. La Guerra Civil (1936-39) acabó con lo quedaba. En 1948 se concedió a los mercedarios el usufructo del monasterio hasta que en 1967 se les devolvió en propiedad. En 1964 se restauró el templo, dejando su antigua estructura gótica al eliminar las yeserías neoclásicas. En los años 70, el arquitecto Juan Segura Lagos se encargó de la terminación del monasterio, reconstruyendo el refectorio, la biblioteca, la capilla de la comunidad, la escalera conventual y los salones reales. En los muros del claustro hay lienzos de Juan Sariñena, Nicolás Borrás, José Vergara, José Romeu, Cristóbal Llorens, Jacinto Espinosa, Pablo Pontons, Evaristo Muñoz, Ribalta, Juan de Juanes, Pedro Orrente, etc. Actualmente, tanto exterior como interiormente se encuentra en perfecto estado. 

El monasterio se levantó directamente sobre una de las colinas que forman el conjunto de El Puig. Como se puede ver en estas imágenes, del interior y del exterior del edificio, los muros apoyan directamente sobre la roca viva.

 

 

 

Salón gótico de Jaime I.

Lienzo Norte, donde se conservan las únicas almenas de todo el conjunto.