Sobre una colina que domina el pueblo desde el Sur, junto a la carretera que lleva al monasterio. Su acceso es muy bueno por medio de un sendero GR con carteles indicadores.
Muy mal estado. Apenas quedan dos de sus paredes y en precario equilibrio. Un tramo se ha inclinado hasta apoyarse en el más robusto, existiendo grave riesgo de derrumbe.
Torre vigía de grandes dimensiones, con planta circular y fábrica de sillarejos tallados de forma basta. La forma de construir es un grueso muro de mampostería forrado tanto al exterior como al interior con dichos sillarejos. A veces, los agentes atmosféricos o los desaprensivos consiguen despegar los sillarejos exteriores, resultando un muro que parece carcomido. Formaba parte de una red de torres vigía que controlaba el paso por el valle del río Llobregat.
Todavía conserva parte del arranque de la bóveda interior. Se observa la inclinación de los muros, a punto de caer.