Su situación es una incógnita. No quedan restos visibles o son muy dudosos. Lo que sí es cierto es su vinculación con la antigua ermita de Santa Cecilia de Monserrat, actual monasterio, por lo que debió alzarse en sus cercanías. Circulan por Internet unas imágenes antiguas de la ermita, de finales del siglo XIX, en las que aparecen algunos muros ruinosos. Estos muros, o bien pudieran ser del castillo, o bien de la destrucción de la iglesia realizada por los franceses en 1811.

Fotografías de finales del siglo XIX ¿Podrían ser restos del castillo? Imágenes extraídas de la web:”santaceciliamontserrat.com”.

Algunos autores señalan que tuvo dos torres y dos puentes levadizos, y que se situaba dominando la iglesia de Santa Cecilia. Mientras que otros comentan que la pequeña ermita de San Dimas (localizada entre las anfractuosidades de la sierra de Monserrat, muy alejada de Santa Cecilia) se construyó aprovechando los restos del castillo. Y aún otros hacen suponer que más que un castillo, se trataba de una torre de vigilancia y defensa.
Alrededor del año 900, por primera vez se menciona la iglesia de Santa Cecilia de Monserrat, ubicada en un lugar cercano al castillo de Marro. En el año 942 el sacerdote Cesáreo compró por diez onzas de oro el dominio del castillo de Marro y la iglesia de Santa Cecilia a su tía Druda y a su primo Ansulfo. El 24 de junio de 945, el obispo Jorge de Vich firmó el acta de fundación del monasterio benedictino de Santa Cecilia de Monserrat, gobernado por el abad Cesáreo con el beneplácito de los condes Suñer y Riquilda de Barcelona. Esta condesa fue una gran defensora de Cesáreo y de su monasterio. En 1364 todavía aparece una noticia referente al castillo de Marro, cuando los hombres de San Esteban de Marganell se refugiaron en él. En 1811 el general Suchet ordenó la destrucción de Monserrat, que se había convertido en símbolo de la resistencia contra la invasión napoleónica. En aquella ocasión se devastó también la iglesia de Santa Cecilia de Monserrat. En 1866, superadas las leyes de desamortización y supresión de religiosos, el abad de Monserrat Miguel Muntadas, encargó la restauración de Santa Cecilia al arquitecto Francisco de Paula Villar Lozano (1828-1903), que reparó los graves daños del edificio y rectificó la secular desfiguración de la iglesia. Sin embargo, el exterior y el conjunto de Santa Cecilia seguían ofreciendo el aspecto de un edificio abandonado, lo cual solventó la restauración de José Puig Cadafalch en 1928-1931. En 2015 se inauguró el nuevo Espai d’Art Sean Scully en la iglesia del monasterio. Se trata de una intervención artística del reconocido pintor y grabador estadounidense de origen irlandés en este espacio eclesiástico.