Estuvo situada en el extremo Este del casco urbano, en la parte baja del pueblo, en la Plaza de la Iglesia Vieja. Debió formar, junto con el convento y algunas fortificaciones más ahora desaparecidas, un conjunto defensivo para proteger a la villa urbana.
Tan solo queda parte de la fachada tras ser derribada a principios de los años 40.
Iglesia fortificada construída en el siglo XIV. A principios del siglo XVII, bajo el dominio de los marqueses de Ariza, se procedió a fortificar la villa, constituyéndose la iglesia de San Pedro a modo de castillo y utilizando la parte trasera de las casas como murallas. A mediados del siglo XIX la iglesia comenzó a tener graves problemas de estabilidad, por lo que después de algunas reformas, cayó en el abandono y en 1940, fue derribada. En el año 2009, aprovechando las obras de remodelación de la plaza, fue reconstruída parte de su fachada.