A los pies del castillo de Albalat, en el Pla de les Torres, a unos 18 km del pueblo de Cabanes. Se llega hasta ella por medio del Camí de les Torres. Se comunica visualmente con la costera Torre de la Sal y se encuentra próxima a las torres gemelas de Carmelet y dels Gats.
Excelente estado. Fue restaurada con acierto en 1981.
La ermita primitiva poseía características propias del tipo de templos sencillos: una sola nave bastante reducida, con arcos fajones apuntados y techumbre de madera, por lo general en vertiente a dos aguas. Cuando se llevó a cabo la fortificación, se elevó un sobremuro exterior hasta la parte alta de los antiguos tejados, suprimiendo éstos y convirtiéndolos en terraza almenada. También se reforzó el interior, con lo que la nave adquirió con ello en sus cuatro tramos una bóveda de cañón, de gran rusticidad y robustez. En la parte derecha, a los pies, lleva una dependencia complementaria de dos alturas. Pero no se encomendó a ésta la función de torre defensiva del conjunto, prefiriendo otra solución más corriente. Para ello se añadió un ábside semicircular al exterior, con carácter de torre fortaleza más alta que el resto del conjunto y con dos dependencias de guardia y vigilancia sobre el ábside propiamente dicho. Esta torre termina igualmente en terraza almenada. En su interior adquiere el aspecto de ábside pentagonal por lo que se refiere a la bóveda, cuyas nervaduras de piedra apoyan sobre rústicas ménsulas. Es de menor anchura que la nave y está descentrado respecto a ésta, dando así lugar añadido para la escalera y eventual chimenea. Estas peculiaridades son las que tipifican su aspecto exterior e interior como ejemplar único, en tal tipo de arquitectura. La obra es de sillería en parte, con muros de mampostería. Pueden apreciarse añadidos y reformas, algunas de las cuales son relativamente recientes. También quedan señales de haber tenido un pórtico lateral en la parte recayente al castillo. Abundan igualmente las aspilleras.
El primitivo templo dedicado a Santa María, debió ser edificado hacia finales del siglo XIII. Pero debido al peligro de las incursiones y ataques desde el mar, toda la zona se vió obligada a reforzar sus defensas. Por ello, en los siglos XIV y XV se reformaron y fortificaron edificios existentes y se levantaron numerosas torres defensivas y de vigilancia en el llano y en la costa. La ermita de Albalat con su jurisdicción y sus territorios pertenecía al castillo de Miravet. En 1397 Torreblanca fue saqueada por los piratas, con lo cual la iglesia de Santa María de Albalat se reformó y se tuvo que fortificar para defenderse ante futuros nuevos ataques. Abandonada la iglesia hace tiempo, llegó a derrumbarse todo el muro de la fachada, así como parte del torreón ábside. En 1981 se procedió a una restauración de la misma que permitió la consolidación interior y exterior de todos sus muros y el tratamiento exterior de los mismos. El muro de la fachada fue rehecho con sus mismos materiales, conservados al pie, entre los cuales pudieron recuperarse íntegras las piedras de la portada con su dovelaje.
Numerosas aspilleras jalonan el ábside.