Se sitúa en el extremo Este del núcleo urbano de Novillas, cercano al río Ebro. En el momento de su construcción estaba separado del pueblo, junto al antiguo puente de barcas sobre el río, paso obligado para acceder a Novillas desde el Norte.
Fue restaurado con acierto por el ayuntamiento.


Fortín de planta casi cuadrada (20 x 21 m) que ocupa una superficie que ronda los 400 m2. Se construyó para que pudiera albergar un destacamento completo. En dos de sus esquinas (Este y Oeste) cuenta con una especie de torreones con una peculiar planta en abanico. Tanto en los cuatro paramentos como en los torreones aparecen numerosas aspilleras para el fuego fusilero. En origen tuvo una sola entrada, en el muro Suroeste, pero modernamente se le ha abierto otra en el muro Noroeste. La construcción del edificio primitivo se ejecutó con materiales de la zona, utilizando sobre todo mampostería, sillares de arenisca y sillarejos de piedra caliza trabados con mortero de yeso. Su interior se estructuraba en diversas dependencias o barracones dispuestos alrededor del patio de armas central. En época indeterminada, al cesar de su uso militar se recrecieron los muros exteriores mediante adobes

Puerta original situada en el lado Suroeste.

Esquina meridional.
El fortín se construyó entre 1873 y 1875 formando parte de una red de 45 torres ópticas que se extendía desde Zaragoza hasta Amposta siguiendo el curso del río Ebro por su margen derecha. Fue levantada en el contexto de la Tercera Guerra Carlista siguiendo órdenes del general Manuel de Salamanca Negrete, que reorganizó la defensa del eje del Ebro contra los carlistas, y bajo la dirección técnica del capitán del cuerpo de Ingenieros Manuel Bringas Martínez que diseñó un modelo de torre óptica igual para toda la línea defensiva. Tan solo tres de ellas fueron diferentes, la torre de Salamanca de Caspe, el fortín de Sástago y este fortín de Novillas.
Estaba ocupado por la Octava Compañía del Batallón Provincial de Zaragoza y tenía como misión controlar el paso del río por el puente de barcas de Novillas, vigilando la amenaza de tropas carlistas procedentes de Navarra y el País Vasco. Al finalizar la contienda, el fuerte perdió su función militar y pasó a ser utilizado para diversos usos civiles.
En 1934 sufrió importantes modificaciones, tanto del exterior del edificio como a su estructura interior: por un lado, se derribaron parcialmente las torres hasta la altura de los tejados, levantando una nueva cubierta, también se repararon los muros exteriores. Las obras del interior consistieron sobre todo en la compartimentación del interior mediante paredes de ladrillo para la construcción de varias viviendas. Posteriormente fue utilizado como escuela, lo cual conllevó otras modificaciones menores a lo largo del siglo XX, especialmente, la apertura de nuevas ventanas. En la actualidad el ayuntamiento de Novillas lo ha recuperado para desempeñar funciones culturales y sociales.

Esquina oriental.