Ciudad Romana de Lesera

 

 

Moleta dels Frares.

Sobre la muela de su nombre, a 895 m. de altura y a tres kilómetros al Oeste del pueblo, cercano a la carretera de Todolella. Todavía hoy ocupa un punto estratégico sobre la vía natural de penetración desde Aragón hacia la costa. También es llamada Moleta dels Frares o de Liborio.

Muy mal estado. Apenas ha sido excavada arqueológicamente y los restos que han salido a la luz son muy escasos.

Forma una larga y estrecha meseta, de unos 500 m. de longitud, orientada de Norte a Sur, con paredes inaccesibles cortadas a pico, que la hacen completamente inaccesible excepto por su extremo septentrional, lugar donde se trazó, ya en la antigüedad un estrecho y difícil camino que desciende a otra meseta defendida por una muralla con torreones de planta cuadrada de trecho en trecho. A esta plataforma inferior se accede por un camino íbero en el que todavía se pueden observar las huellas de los carros marcadas en la piedra. En las dos mesetas, además de aflorar muros de edificios y tramos de murallas de sillarejo y mampostería, se encuentran superficialmente numerosos fragmentos de cerámica ibérica y romana.

Restos de las murallas de la ciudad romana.

Fue descubierta por el dueño del mas, Vicente Molinos, el cual informó, en 1876, al erudito arqueólogo Nicolás Ferrer, de casual visita en Morella en aquellas fechas, del hallazgo. En un principio, el doctor Ferrer, identificó los restos como pertenecientes a Bisgargis, la capital de los ilercavones, pero estudios realizados en 1977 se inclinaron por identificarla como la antigua ciudad romana de Lessera. Enrique Pla Ballester llevó a cabo, en 1960, la única campaña de excavaciones realizada hasta la fecha. Así pues, en la Moleta dels Frares quedan las ruinas de una población ocupada desde los últimos tiempos de la Edad del Hierro, ocupada posteriormente por la cultura ibérica, que más tarde se romanizó, habiendo muestras de haber alcanzado gran riqueza y categoría.