Castillo y Murallas de Liétor

 

 

 

Lugar donde estuvo el único acceso de la ciudad, defendido por el castillo.

La vieja población musulmana de Liétor se asentaba sobre una espectacular meseta con bordes verticales que caen hacia el río Mundo, el cual discurre en lo profundo del valle. El lugar ofrece unas excelentes condiciones defensivas naturales. Tan solo contaba con un paso estrecho para su acceso situado al Norte, lugar donde se levantó el castillo. A él se unían dos paños de muralla al Este y Oeste para acabar de defender el frente septentrional. El resto lo defendían los cortados rocosos.

La población situada en la meseta, dentro de la muralla, es ahora el barrio de la Villa, y su único acceso estuvo en la plaza que forma la actual confluencia de las calles Nueva, Encomienda, Pósito y Travesía de los Pilones. La trama urbana moderna de Liétor se expandió hacia el Norte.

Desaparecido. Quedan vestigios que salen a la luz al hacer obras o construir nuevos edificios pero hasta ahora siempre han vuelto a ser cubiertos no pudiendo verse ningún tramo.

Plano del barrio de la Villa, con la situación del castillo y los dos paños de la muralla. En el resto no hacían falta defensas. Se cree que la iglesia se levantó en el solar del castillo.

Todavía quedan en su callejero algunos nombres referentes a la muralla.

La estructura del castillo era muy simple y estaba unido al conjunto de defensas, por lo que hemos decidido comentarlos al unísono. Fue una gran torre rodeada de un pequeño recinto que ofrecía cierta independencia con respecto a la ciudad. Su uso fue militar y fiscal, ya que controlaba el único acceso de mercancías a la ciudad. En cuanto a la cerca, su muro discurría solo sobre un tercio del perímetro de la meseta, la cual ocupa una superficie de 2’7 Ha. En el resto, la verticalidad de las rocas lo hace innecesario, como ya hemos indicado con anterioridad. Toda la cerca era de tapial, reforzada en algunos tramos con torres, macizas en el primer cuerpo y huecas hasta la cubierta almenada. Todo el conjunto estuvo almenado, tanto castillo como muralla. La única puerta se abría en una torre, posiblemente con entrada en codo simple. Además estuvo defendida por una torre exenta adelantada que, a su vez, protegía una fuente existente en ese lugar.

Esta pared, enlucida y pintada es el único sector de la muralla visible hoy día.

Río Mundo por el fondo del valle. Sobre la roca se ven las casas de Liétor.

Recientemente se ha encontrado un tramo de muralla que funcionaba como medianera del edificio consistorial. Su fábrica es el tapial de mortero de cal y canto. También aparecieron otros restos similares en un solar conocido como “El corralón”, en su parte oriental, pero todo fue vuelto a tapar, cuando no destruído.

La desaparición de las defensas hizo que en momentos de peligro, bastante frecuentes por su carácter fronterizo, la población se refugiara en una cueva situada en el cortado. Su acceso es, y debió ser, muy peligroso.

 

 

Actual aspecto de la cueva.

Todos los restos aparecidos son obra musulmana. La Orden de Santiago, posterior poseedora del pueblo, no debió realizar ninguna obra. En 1579 todavía quedaban grandes tramos de la muralla. En las Relaciones Topográficas de Felipe II se comenta que no hay fortaleza ni castillo alguno por lo que pronto debió desaparecer, aunque el campanario de la iglesia estuvo en un principio sobre una de las torres.

Escalera metálica que da acceso a la cueva.