Castillo de Híjar

Imágenes de la roca del castillo, en medio del valle y dominando el caserío que se encuentra a sus pies.

Al Oeste de Liétor, a unos siete kilómetros en línea recta, sobre una roca junto al río Mundo, en su margen derecha, perdido en la anfractuosidades de la sierra. Dicha roca está separada del resto de la sierra por una estrecha vaguada y domina el pequeño caserío homónimo. Para llegar con vehículo es preciso realizar no menos de 16 km. dirigiéndose por la carretera de Ayna hasta encontrar un desvío por la izquierda que nos lleva hasta Híjar. El acceso al castillo se hace por su vertiente meridional.

Muy mal estado. Apenas son distinguibles sus restos debido a su precario estado y frecuentes derrumbamientos.

Desprendimientos recientes en el muro septentrional de la torre.

A pesar de su común denominación de castillo, su estructura es muy simple. Una torre reforzada con un pequeño recinto. Una mínima defensa donde refugiarse los habitantes del pequeño caserío en caso de peligro. Existe la posibilidad de que tuviera un tamaño mayor, pero es un lugar muy inestable con constantes desprendimientos. Algunos autores hablan de muros y restos que ya no hemos podido encontrar, aunque sí apreciamos derrumbes recientes en el flanco Norte de la torre. Además, el muro meridional se conserva en peligroso equilibrio y en cualquier momento puede venirse abajo. Es difícil calcular su superficie pero debe rondar los 700 m2. Todos los muros conservados tienen fábrica de mampostería trabada con mortero de cal. Lo más destacado es la base de una torre ligeramente rectangular (5’5 x 6 m), maciza, aunque se desconoce cómo sería en su parte más elevada. También se conservan dos lienzos en muy mal estado que apenas permiten descubrir su función.

Imágenes de la torre, en la que se aprecia su gravísimo estado.

Castillo musulmán del siglo X, conquistado por los cristianos en 1243. Pronto fue cedido por Fernando III al caballero Gil Gómez do Vinhal. Pero en 1246 ya era posesión de la Orden de Santiago. Es nombrado en 1480 en las visitaciones de la Orden. Y luego aparece, curiosamente, en las Relaciones Topográficas de Felipe II, de 1579, cuando no se nombra al castillo de Liétor.