Castillo-Palacio de los Marqueses de Dos Aguas

Fachada principal, al Norte, en la avenida de la Constitución.

Lo podemos encontrar en pleno centro urbano, rodeado por las calles de Vicente Navarro, Mayor y las plazas del Carmen y de la Constitución. A pesar de que los marqueses solo lo poseyeron unos pocos años, quedó su nombre ligado a él.

Muy bueno, restaurado con gran acierto. Alberga el ayuntamiento y la iglesia.

 

 

 

Fachada Sur, recayente a la Plaza del Carmen.

Sólido edificio de planta rectangular con una torre en cada uno de sus cuatro ángulos y patio central. Tres torres culminan con almenas y se hallan provistas de aspilleras y matacanes, mientras que la cuarta, situada en la esquina Suroeste, se transformó en campanario de la iglesia eliminando sus elementos defensivos. Construcción señorial levantada por los Vilanova como residencia palaciega para abandonar el castillo de Castalla, el cual había perdido sus funciones militares, de seguridad y comodidad. Las obras duraron 75 años (1539-1614), con varias interrupciones, lo que se observa en algunos lugares, con lienzos de diferentes estilos, aunque tras la última restauración se ha homogeneizado el conjunto. No obstante, se puede encuadrar en el estilo renacentista. Se toma como fecha de comienzo de las obras, por todos los investigadores, el año 1539 porque existe una inscripción en números romanos en la torre Noreste, con esa cifra. En el siglo XVII se adaptó el ala Suroeste para albergar la iglesia parroquial y en 1788 se levantó el campanario sobre la torre. Su fábrica es la mampostería con grandes sillares en las torres. El patio central, a modo de claustro, cuenta con 16 arcos de medio punto con ventanas y pedestales sin terminar. Estuvo rodeado por un foso, del que se pueden apreciar sus vestigios en varios puntos. En la fachada Norte se encuentra la entrada principal, con arco de medio punto con buenas dovelas.

Torre Noreste.

 

 

Lápida con una desdibujada inscripción situada en la torre Noreste. En ella aparece al comienzo, en números romanos, el año 1539.

Fue construído por Ramón de Vilanova, barón de Castalla y Señor de Onil y Fabanella, el cual casó con María Ladrón. Los herederos tomaron el apellido Ladrón de Vilanova y conservaron el señorío largos años. Sus últimos señores fueron los marqueses de Dos Aguas, de los cuales heredó el nombre, pese a poseerlo pocos años. A principios del siglo XX fue cedido al municipio y, actualmente, después de buena restauración, alberga al ayuntamiento.

Torre Noroeste.

 

 

 

 

 

 

Patio central.

Torre Sureste.