Castillo-Palacio de Bulbuente

Frente septentrional de la torre, antes y después de su restauración. En él se abren diversas saeteras a diferentes alturas, una especialmente curiosa. También aparecen numerosos sillares romanos reaprovechados.

En el centro de la población, frente al ayuntamiento.

En el momento de nuestra visita (mediados de 2020), estaba siendo sometido a reformas para su conversión en establecimiento hotelero, con lo que ello supone, puesto que a pesar de que sea su salvación de la ruina y del olvido, suelen ser transformaciones muy duras y delicadas que alteran la esencia original del edificio. Y parece que se abrió al público en agosto del año 2021. Nos da gran confianza que los propietarios que van a gestionar este edificio sean los mismos que ya mantienen abierto desde hace años el castillo de Grisel como establecimiento hotelero, ejemplo a seguir en la puesta en valor y recuperación de edificios antiguos (castillodebulbuente.com).

 

 

 

La torre sobresale por encima del caserío.

Conjunto palaciego. La torre se alza en su esquina Noroeste.

Se trata de un conjunto formado por una torre de sillería del siglo XII y un palacio del siglo XVI, construido en el mismo solar donde se levantó un castillo medieval hoy desaparecido. La torre es el único elemento con caracteres defensivos. Debió ser la torre defensiva del lugar y último refugio de sus habitantes. Presenta planta rectangular, con unas medidas aproximadas de 7 x 6 m. y 20 de altura, con tres plantas además de la terraza. Presenta saeteras de diversa índole, especialmente una con arco apuntado de muy buena factura y varios vanos, algunos transformados en ventanas modernas durante las obras actuales, especialmente en su lado Oeste. La base de la torre es maciza hasta los cuatro metros, y sobre ella la primera planta, formada por una bóveda de cañón realizada en ladrillo (esta estancia es original), a la cual se accede desde el palacio descolgándose por una trampilla en el techo. Desde ella se accede a la segunda planta a través de una escalera que debió construirse en el siglo XIV, momento en que se amplió esta segunda planta y se construyó una gran bóveda de crucería estrellada. Se abrió un gran vano al exterior y se cegó la entrada original. Esta sala conserva inscripciones y grafitos del siglo XVII. Mediante una escalera de caracol se accede a la planta superior, donde cuenta con un gran vano original. Sobre ella se encuentra el reconstruído almenado de la torre, puesto que quedaban tan solo cuatro almenas originales

Más imágenes de la torre, antes y después de su restauración. Estas corresponden a la esquina Sureste.

Al lado, frente Oeste una vez finalizada su restauración. Aquí arriba, antes de ser llevada  cabo. Se puede apreciar que la torre ya fue recrecida en época desconocida con tapial de mampostería.

Puerta original del palacio.

En 1242, don Lope Ximénez de Luesia, lugarteniente de Jaime I, dió al monasterio de Veruela, todas las posesiones que tenía en Zaragoza y Bulbuente, a cambio de Periluesa o Pervillosa, todavía hoy sin identificar. Cuando el monasterio de Veruela recibió el castillo medieval, éste ya se encontraba en mal estado debido a la Guerra de los Dos Pedros, pues fue muy afectada la torre por el ataque castellano. En el siglo XIV, el monasterio realizó mejoras en todo el conjunto (el interior de la torre fue totalmente reformado), seguramente fue entonces cuando los restos del castillo fueron demolidos y se construyó un primer cuerpo palaciego que es el embrión del actual palacio. En los siglos XV y XVI se decidió ampliar y mejorar el conjunto palaciego. Los restos actuales corresponden a esta época, destacando su capilla, su galería interior y la galería exterior de arcos de medio punto, típicamente aragonesa. Todo estos elementos hacen del palacio uno de los mejores exponentes de la arquitectura civil de la segunda mitad del siglo XV en Aragón. Con su ya claro aspecto palaciego, paso a llamarse palacio de los abades de Veruela. En el siglo XIX, con la Desamortización, el conjunto pasó a ser propiedad privada y fue pasando de unas manos a otras, empeorando su deterioro,  hasta que en mayo de 2012 fue comprado por Manuel Giménez Aperte, quién comenzó su recuperación. En la actualidad funciona como establecimiento rural.

Primera planta de la torre, cubierta con bóveda de cañón.

Bóveda de crucería de la segunda planta de la torre.