Castillo de Tales

 

 

 

Vista de Tales y detrás, la colina donde se sitúa el castillo.

Se levanta sobre un montículo de 380 m. de altura, hoy día muy abancalado, dominando el pueblo y controlando a la perfección la carretera de Alcudia y el paso por el valle.

Muy mal estado. Apenas se aprecian los cimientos, excepto en el flanco Este y el torreón Sur.

Frente Este, donde se aprecian los impactos de cañón producidos en la célebre batalla entre las tropas de Cabrera y los liberales.

Pequeño castillo al que se accedía por un estrecho camino que partía del calvario. La entrada estaba protegida por un torreón del que quedan algunos restos todavía. Conserva un aljibe de mediano tamaño. Las caras Sur y Oeste dan a precipicios de vértigo, la Este es de perfil más suave, y la Norte entra en contacto con las casas del pueblo. En él se pueden apreciar tres fases constructivas: la primera de época musulmana, es el núcleo original de la construcción compuesto por un cuerpo central de planta trapezoidal. Su fábrica es la mampostería con enlucido exterior de mortero de cal.

La segunda, es también medieval, pero cristiana con toda probabilidad. Quedan dos torreones cuadrangulares en las caras Sur y Este y se aprecian vestigios de vanos o ventanas. La fábrica es la misma que la anterior.

Por último, la tercera fase pertenece al siglo XIX, pues durante las guerras carlistas se refortificó el castillo. Se levantaron tres torres circulares sobre los basamentos de las torres antiguas, se construyeron habitaciones y un aljibe y se adaptó su estructura al uso de fusiles y artillería.

Torre situada en el extremo meridional. Sobre la torre cuadrangular medieval, se levantó en época carlista una de forma circular, como se aprecia en la imagen.

Extremo Norte del castillo, donde quedan restos de un torreón musulmán.

Extremo Sur del castillo.

 

 

 

Muro del flanco Oeste.

Su origen es árabe. En 1237 todo el término de Onda es conquistado y donado a Ximén de Pocet, por Jaime I. En 1248 se le concedió carta-puebla, pero manteniendo buena población morisca, hasta la rebelión de 1250 en que, tras ser sofocada, se dio a poblar a cristianos. A pesar de ello, en 1260, Pere de Castellnou volvió a concederle carta-puebla. Aunque es un castillo muy viejo, el episodio más famoso de su historia tuvo lugar durante la Primera Guerra Carlista, de la cual quedó en muy mal estado. Al estar Onda muy bien fortificada por los liberales, Cabrera, para oponerse a su paso mandó refortificar el viejo castillo. Las divisiones de Aspiroz y Hoyos y la caballería de Schely efectuaron el sitio de la plaza, defendida por cuatro batallones a las órdenes de Ramón Cabrera. Los ataques comenzaron el 1 de agosto de 1839 con seis días de duro fuego artillero tras los cuales, las tropas liberales lanzaron el asalto. La sangrienta batalla duró dieciséis horas y acabó con la victoria de los isabelinos. Tanto el pueblo como el castillo quedaron completamente arrasados. Hubo 1.300 muertos, de ellos 900 isabelinos, que hubieron de ser quemados en piras por no tener tiempo para enterrarlos. Los carlistas, posteriormente, intentaron recuperar la población infructuosamente.

 

 

 

Vista de los escasos restos existentes en el flanco Oeste.

 

 

 

Extremo Sur del castillo.