Castillo de Siete Aguas

Estuvo situado, poco más o menos, donde actualmente se encuentra la iglesia y el palacio de los Híjar, (Plaza de la Constitución), en la cumbre de la colina donde se asienta el pueblo.

Desaparecido. Se dice que quedan restos en el palacio e, incluso que el palacio es un vestigio del antiguo castillo, pero parecen más leyendas que otra cosa. No obstante, el estado del palacio en nuestra visita (2016) era ruinoso.

Sobre los restos del castillo se construyó o habilitó un palacio, por parte de las familias Híjar y Portaguerra, del que desconocemos si estuvo fortificado. Dicho palacio ocupó un espacio mucho más grande que el actual edificio existente, pero se vió reducido a través de los siglos por la construcción de viviendas en sus dependencias que lo alteraron por completo. Actualmente se sigue identificando el edificio en cuestión con el castillo, del que ya nada queda.

El Palacio de los Portaguerra, se encontraba dispuesto entre el Torreón Medieval (también llamado Torre del Señorío), desaparecido al construir la iglesia, situándose enfrente de las Casas del Moro Romeu y con el Camino de Castilla. Por otra parte enfrentaba con la acequia que atravesaba la Villa hasta la Puerta de la Jordana (antiguo Lavadero de Siete Aguas, ya desaparecido).

Una vez muerto el Cid Campeador en Valencia, Doña Jimena, el obispo Don  Jerónimo, Álvar Fáñez y todo su séquito de fieles, dispusieron abandonar Valencia y regresar a Castilla con el cadáver del Cid. Iban escoltados por el rey de Toledo y sus tropas. Existe la creencia de que pernoctaron una noche en el castillo de Siete Aguas, pues así queda reflejado en la Crónica.

Tras la incorporación de Valencia a la Corona de Aragón, el Rey Jaime I otorgó en 1238, en feudo honroso, a Berenguela Ferrandis (su amante) y su hijo el infante Pedro Ferrandis, la Baronía y Vila de Setaigües en el Reino de Valencia. Fue Berenguela Ferrandis quién mandó construirse un palacio junto a la mezquita. El palacio en cuestión pasó a titularse Palacio de los Híjar (Palau dels Íxer en valenciano) cuando el infante Pedro Ferrandis, primer señor de Siete Aguas, fue merecedor del nombramiento de Señor de Híjar, en el Reino de Aragón.