Fachada principal del castillo, orientada al Oeste, con la puerta original y el reconstruído Baluarte del Duque.
Se localiza en el centro de la villa, en la Plaza Glorieta.
Bastante buen estado. Es utilizado habitualmente por el ayuntamiento para actos de todo tipo. Se ha reconstruído recientemente el Baluarte del Duque, derribado en el siglo XIX. Toda su estructura se mantiene bastante bien gracias a que es ocupado por diversas dependencias municipales, como el Museo del Mar y el de la Pesca. El principal problema radica en el nivel freático, situado a menos de un metro de profundidad, el cual produce intensas humedades por capilaridad que provoca la disgregación del mortero de unión de la mampostería.
El Baluarte del Duque de Arcos, situado en el ángulo Noroeste, ha sido levantado de nuevo sobre la planta original, recuperada con buen criterio arqueológico. Suponía uno de los elementos más importantes para la defensa del castillo, con planta en punta de flecha redondeada y muros alamborados en el exterior hasta dos tercios de su altura, rematados por una moldura de medio bocel en saliente, que rodea todo el recinto. En 1872, el concejal don Miguel Sempere Molina, ordenó su demolición, para con la piedra procedente de dicho baluarte, realizar las obras de la calle del Muelle y del puerto. En 1998 se inició la primera fase de las obras para su reconstrucción. La segunda fase se ha llevado a cabo en el año 2000. La obra se ha realizado incorporando las más modernas técnicas y los materiales mejores, dando como consecuencia un espacio de ocho metros de altura interior y doce exterior, y luz cenital que proporciona una gran solemnidad al interior del baluarte. Se trata de la recuperación y puesta en valor de un espacio público conjugando los modernos usos con la estructura medieval, que ha sido destinado a realizar eventos de todo tipo: actos institucionales, recepciones, plenos extraordinarios, conferencias, conciertos, seminarios, congresos, eventos de alta relevancia, entregas de premios, bodas civiles, etc.
Interior del baluarte.
Se trata de uno de los pocos ejemplos de fortificación abaluartada de nuestra región. Tiene planta cuadrada de 45 m. de lado, sus muros tienen 9 m. de altura y ocupa una superficie de 2.116 m2. Se hallan dos torreones de planta cuadrada en los ángulos Suroeste y Noreste. Éste último fue utilizado como palacio del duque hasta el siglo XVIII. En los ángulos Noroeste y Sureste se encuentran sendos baluartes, el del Duque, y el del Rey, donde se encuentra la capilla. Los vértices de los mismos están redondeados. El interior de los baluartes no está terraplenado como correspondería a las normas de la fortificación abaluartada. Dicho espacio presenta naves y tinglados con bóvedas de medio cañón, para almacenamiento, de igual modo que las torres y las cortinas. Los muros están inclinados hasta dos tercios de su altura, línea definida por una moldura que rodea toda la obra. A partir de dicha moldura los muros ascienden verticales hasta finalizar en los parapetos. La muralla es ciega al exterior, mientras que al interior está perforada por superposición de puertas y ventanas de las viviendas de los soldados, que se desarrollan abiertas al patio de armas. Fue construído en mampostería trabada con mortero, con sillares en molduras, jambas, dovelas y esquinas, materiales extraídos de la Sierra de Santa Pola y reutilizados de edificaciones antiguas romanas procedentes del Portus Ilicitanus. Fue levantado junto a una vieja torre vigía más tarde demolida, que estuvo situada junto al mar, antaño mucho más cercano. Cuenta con unas cañoneras muy especiales, dispuestas a media altura y emplazadas en los ángulos muertos de la defensa, es decir, en las juntas de los baluartes con los muros, con lo que se podían batir éstos en paralelo, haciendo de esta fortaleza una de las construcciones más fuertes y mejor dotadas del Reino. El castillo contó con foso y puente levadizo.
La puerta principal tiene un arco de medio punto en sillería, con acceso en recodo (según las normas vitrubianas) para mejorar la defensa y evitar que el asaltante accediera directamente al patio de armas. Sobre ella campaba el escudo de la familia Cárdenas. En años posteriores se practicó otra puerta en la parte opuesta, de ladrillo. También existe un pequeño portillo, hoy cegado, llamado “Puerta del Socorro”, emplazado junto al Torreón del Palacio.
Puerta principal. Todavía conserva las puertas originales forradas de hierro.
Exterior e interior de la puerta del siglo XIX.
Puerta del Socorro, actualmente cegada.
Torreón Suroeste. A la derecha, al fondo, el Baluarte del Rey.
Puerta de entrada del Museo del Mar, situada en el interior del torreón Suroeste.
El Patio de Armas en sus inicios fue un recinto fortificado, con un solo acceso, fácil de defender porque la amenaza de posibles ataques llegaba por mar. Tiene planta cuadrada con los ángulos achaflanados, por los cuales se accede a los torreones y baluartes. También ha sido testigo de hechos históricos importantes: en él se concentraron los moriscos del Arrabal de Elche, cuando fueron expulsados en 1609 para salir del puerto hacia el Norte de África, custodiados por una compañía de mosqueteros y otra de arcabuceros pertenecientes a los tercios de Nápoles y Sicilia. Durante mucho tiempo, concretamente desde 1860 en que se abrió un nuevo acceso en la muralla al Este, fue una zona de libre paso, con lo que poco a poco perdió su carácter de Plaza de Armas, llegando en ocasiones a realizar en ella espectáculos taurinos. En el patio se encuentra el aljibe, situado en posición inclinada respecto al castillo, destinado a recoger el agua de lluvia. Se cree que era el que dio nombre al cabo (Cap de L’Aljub), que ya era utilizado por la antigua torre y que quedó integrado en el castillo. En los últimos años se está recuperando como espacio cultural para Santa Pola, en la que tienen lugar actividades lúdico-culturales, actos religiosos e institucionales.
La Capilla de la Virgen de Loreto, Patrona de Santa Pola, está ubicada en el Baluarte del Rey y constituye un espacio religioso secular desde los orígenes del castillo. De siempre es muy frecuentada por los vecinos de Santa Pola y por los visitantes.
Cuenta la tradición, que allá por el año 1643, en el Puerto de Santa María (Cádiz), estalló una revuelta morisca que trajo el saqueo y la destrucción de iglesias y conventos. Ante esto, María Guadalupe, una mujer muy devota que tenía una imagen de la Virgen, huyó con ella hacia el puerto y la entregó a un pescador, envuelta en un mantel, para que la pusiese a salvo. El pescador tomó la imagen y preguntó dónde debía entregarla, a lo cual contestó la mujer, que lo hiciese en el primer puerto donde amarrase. Una vez en alta mar, el pescador descubrió la imagen y la encontró tan bonita que decidió no detenerse hasta llegar a Villajoyosa, su ciudad. El viaje llegaba a su fin cuando se inició un fuerte temporal, que obligó al marinero a detenerse en el puerto de Santa Pola. Al pescador se le planteó la duda sobre si debía cumplir o no su promesa, ya que quería llevarse la imagen. En un principio, la ocultó, pero cada vez que intentaba salir del puerto, el mar se lo impedía; y así en tres ocasiones, hasta que por fin comprendió que la Virgen quería quedarse en Santa Pola. Hecho esto, el pescador pudo llegar a Villajoyosa sano y salvo.
Baluarte del Rey.
Proyectado en 1553 por el ingeniero italiano Juan Bautista Antonelli, su presupuesto (23.000 ducados) fue costeado por don Bernardino de Cárdenas, duque de Maqueda y Virrey de Valencia, dentro del “Plan para la defensa de costas del Reino de Valencia”. Al finalizar las obras en 1557, una guarnición compuesta por 33 personas y sus familias se instalaron en su interior: el alcaide, un alférez, treinta soldados y un capellán, que vivían en los muros del castillo. En torno a él se desarrolló el casco urbano, y tuvo una importante función defensiva frente a las incursiones piratas. En 1766 fue tomado el castillo por los amotinados de Elche que se sublevaron contra el régimen feudal. En 1786 se procedió a su desarme incorporándolo a la Corona Real, por cesión que hizo el Excmo. Sr. Marqués de Astorga. A raíz de este hecho se colocó sobre la puerta principal un escudo con las armas reales de Carlos II, que todavía permanece en la actualidad. En 1806 su estado ya era lamentable, y el 3 de mayo de 1855 se dió la orden de abandono y demolición del castillo, debido a su poca utilidad, lo cual no llegó a realizarse por la hábil gestión del alcalde constitucional don Antonio Múrtula y Santos, que el 8 de junio de 1857 solicitó su cesión al Ministerio de Guerra, alegando el interés de construir en él la iglesia y la aduana. En septiembre de 1850, el Castillo fue cedido al Ayuntamiento de Santa Pola, según consta en una placa colocada en el interior del patio, junto a la puerta de la Capilla de la Virgen de Loreto cuyo texto dice así:
“En 28 de septiembre de 1850 durante el reinado de Isabel II y siendo Alcalde D.Antonio Múrtula y Santos este Castillo con la Capilla de la Virgen y todas las demás dependencias pasó a ser propiedad de este Ayuntamiento de Santa Pola en cumplimiento de la Real Orden de S.M. Ia Reina de fecha 8 de julio de 1857 según consta en el libro IV de Cabildos del Archivo Municipal. Este Castillo data del año 1557”.
Ángulo Noreste. Se ve a la izquierda, el Baluarte del Rey, y por la derecha, el Baluarte del Duque.
En 1860 se instaló la anacrónica torrecilla con el reloj o “canterer”. Posteriormente se abrió otra puerta en el lado Este, fueron derribados los parapetos, el antiguo campanario de la capilla, las cuatro garitas situadas en los ángulos de la terraza, los tinglados y el local de comunes del lado Este, y se abrieron ventanas y balcones. Pero la intervención más desafortunada fue el derribo, en 1872, del Baluarte del Duque, para utilizar los materiales en la construcción del muelle y en la calle que conducía al mismo. Desde entonces, el recinto ha sido utilizado para el desempeño de funciones de diversa índole, convirtiéndose en escuela, hospital, registro civil, pescadería, sede de la Casa Consistorial, Cuartel de la Guardia Civil, Juzgado de Paz, hospital y hasta una improvisada plaza de toros. Tras las diferentes intervenciones en los años 90 para su adecuación a un nuevo uso en las distintas alas, cabe destacar la reconstrucción del “Baluarte del Duque”. Actualmente, el Centro Cultural Castillo-Fortaleza alberga las siguientes instalaciones: Museo del Mar, Museo de la Pesca, Sala Municipal de Exposiciones, Salón de Actos “Baluarte del Duque de Arcos” y Capilla de la Virgen de Loreto.
Baluarte del Duque.
Para su guardia puso D. Bernardino de Cárdenas un Alcaide, Alférez, Capellán y treinta soldados, ya que su objetivo principal era la defensa y protección de los marineros de Santa Pola, según rezaba una antigua lápida de mármol que aún se hallaba en el siglo XVIII colocada sobre la puerta principal del Castillo, en la que también constaba el nombre de su fundador y el año en que se hizo
B.D. CARS. D. MK. D. LO m. TNS. PHILIPPI. POTENT ml. R.. HISPANIARVM
PROSALV TE. NAVTARVM ACREPvBLICE CHRln.. ARCE. VETERE. PORT•
ILLICI.MVNIVIT.ANNO.1557.
(Bernardino de Cárdenas, Duque de Maqueda lugarteniente del poderoso Felipe, Rey de las Españas, fortificó en el año 1557 la vieja ciudadela del Puerto Ilicitano para la salvación de los navegantes y del estado cristiano.)