Sobre un monte de 926 m. de altura, en el extremo Norte del recinto murado, al que está unido y del que forma parte. Es el punto más alto de todo el conjunto fortificado y desde él se domina toda la ciudad al completo y las demás defensas.
Mal estado, como el resto de las defensas de Daroca. Desde nuestra primera visita a mediados del año 2022 hasta la primera, que fue en 2005, solo se ha restaurado un pequeño lienzo. El resto sigue descomponiéndose lenta, pero constantemente.
Cerro de San Cristóbal. A la derecha de las antenas asoma la torre del Homenaje.
Imagen tomada desde el Oeste.
Lienzo Oeste del castillo, con fábrica de tapial. Se observan los huecos de las agujas y las marcas de las tongadas. Así como seis aspilleras, una cegada.
Durante la época musulmana ya había en la cumbre del cerro una atalaya o fortín aislados. El recinto es de planta pentagonal irregular, con 670 m2 aproximadamente, y sus muros no conservan demasiada altura. Toda la obra es cristiana, a excepción de la torre Suroeste que es musulmana, de mampostería, que tan solo conserva un par de metros de altura. Lo más destacable es la gran torre del Homenaje, con planta cuadrada de 7’5 m de lado. Es de mampostería con las esquinas reforzadas con sillares y su entrada está elevada, aunque en la actualidad existe una escalera de piedra. Puede ser de los siglos XIII o XIV. Se cree que era la antigua Torre del Andador, que cambió de nombre al habilitarse en su planta baja una capilla en honor de San Cristóbal, en el siglo XVI.
Puerta de salida al exterior del recinto, con arco carpanel, defendida por la gran torre y dos aspilleras.
El castillo visto desde el Este. La cerca desciende en acusada pendiente hacia la torre del Jaque.