Castillo de Montroy

Sobre un cerrete de algo más de 200 metros de altura que domina el pueblo desde el Sureste. Hay un camino de ascenso, a modo de paseo, que permite llegar andando hasta él sin demasiadas dificultades. Su posición, en medio del valle dels Alcalans, es muy estratégica.

Mal estado. Solo queda la torre y en bastante mal estado. A pesar de contar con un proyecto de restauración desde varios años atrás, todavía no se ha llevado a cabo.

Castillo montano en el que destaca sobremanera la enorme torre del Homenaje, prácticamente lo único visible. Tiene planta rectangular de 9’5 x 7’5 metros y una altura de 21. Su fábrica es el tapial de mampostería menuda con clara factura islámica, presentando una forma ligeramente prismática. Presenta tres plantas y un subterráneo con aljibe y quedan vestigios de sus almenas. En su interior, una escalera de piedra, hoy muy arruinada, comunicaba las distintas plantas abovedadas, estando cada una de ellas dividida en dos estancias por arcos de medio punto. En la plataforma amesetada del cerro todavía se observan algunos muros que pertenecían a un desaparecido recinto doble.

Al parecer fue levantado por los almohades en el siglo X. Tras su conquista, Jaime I lo donó a Rodrigo de Lizana en 1238, quién la dio a la Orden del Hospital en 1279. En 1343 pasó a la Orden de Montesa, cuyo maestre, Romeu de Corbera estableció allí una Encomienda.