Castillo de Cervera

Vista de la fortaleza desde el Noroeste, en 2011.

El castillo se encuentra en lo alto de una muela, a 316 m. de altura, en una ladera en la que, orientada hacia el Noreste y a sus faldas, se extiende la población de Cervera. El lugar es notable por su domino del territorio y permite un cómodo control del curso de la rambla Cervera, único paso que los montes dejan entre el llano de San Mateo y el mar. El acceso se realiza por un estrecho camino que asciende desde la torre campanario de la iglesia.

 Tan solo quedan sus muros perimetrales, bastante arruinados, y algunos elementos internos muy arrasados. En el momento de nuestra primera visita (2011), se estaba procediendo a su restauración parcial.

Frente occidental, en 2021.

La única puerta de acceso (Portal de Cervera) se sitúa en el lienzo Sureste, sobre un estrecho escalón rocoso, a la que se llega desde el campanario de la iglesia. La puerta de entrada está orientada al Este, disponiéndose en ángulo recto respecto al lienzo del muro inmediato, siguiendo la tradicional disposición que obliga al asaltante, a presentar el costado derecho al descubierto. El acceso se obtiene mediante un vano enmarcado por arcos de medio punto, abierto en una torre de tapial de piedra con mortero de cal y gravas. Tras la entrada nos encontramos un corredor abovedado, delimitado por muros de mampostería. Un elemento interesante de este lienzo del pasillo es que conserva algunas hiladas de piedras con disposición de espiga (opus spicatum).

La puerta desde el interior, en 2011.

La misma imagen en 2021, una vez terminadas las obras.

El castillo es de tipo montano y planta poligonal irregular dispersa. Por el escalón que forma el terreno en su interior, se podría asegurar que poseía dos recintos, aunque los restos son tan escasos que es difícil de apreciar. Tiene una longitud máxima de 125 m. con una anchura de 70 m. cubriendo una superficie de 5.650 m2. Conserva completo su cinturón de murallas, con cinco grandes torres, destacando la enorme torre rectangular que mira al Oeste. Parece ser que el recinto tuvo antemuro pero ha desaparecido casi por completo. Nosotros no encontramos ningún resto. En el interior se encuentran dos niveles. Al Norte puede verse una zona más elevada, donde se adivinan ruinas de construcciones más importantes, como la torre del Homenaje. Ocupa la parte central del castillo que corresponde a la plataforma superior de la muela. Se halla totalmente arrasada debido a las explotaciones agrícolas y expoliaciones que este sector del castillo ha sufrido a lo largo de su historia. Cuenta con dos aljibes de gran tamaño, uno de ellos con una curiosa sección pentagonal. En el pasado contó con otra puerta (Portal de San Juan), en el lienzo Norte, protegida por la llamada Torre del Principal, pero se ve que fue cegada hace tiempo, porque ni siquiera quedan sus marcas. También hay autores que hablan  de un torreón avanzado en el flanco Sur, a modo de barbacana, pero tampoco lo encontramos. Unas catas arqueológicas realizadas, descubrieron un asiento con brazos y escabel a los pies, labrado en roca, muy curioso, posiblemente ibérico.

 

 

 

Frente Este, al pie de la entrada.

Arriba, el aljibe en 2011. Debajo, en 2021.

El aljibe es de arquitectura culta y verdaderamente espectacular, tanto por su técnica constructiva, como por su emplazamiento. Tal vez ejemplar único por su sección pentagonal, (cual baño) construida en superficie.

Vista del castillo desde la carretera de San Mateo.

Sector meridional.

Torre Este. Ha sido reconstruida casi en su totalidad.

Extraña construcción, semejante a un “trono”, esculpida en la roca. Fue descubierta en el año 2000.

Lienzo Norte. Es la parte mejor conservada del conjunto, aunque se encontraba en estado de ruina, pero ha sido restaurada en su totalidad. Se observan diversas técnicas constructivas y diferentes elementos arquitectónicos: tramos de muralla, bastiones, torres, camino de acceso. La estructura es de tapial con mortero de gran calidad.

Exterior e interior de la Torre del Principal, ubicada en el lienzo Norte. Dominaba la entrada a la fortaleza por el Portal de San Juan, desaparecido. Actualmente mantiene unos 10 m. de altura. Se observa paramento en opus spicatum.

 

 

Lienzo Norte, recrecido por entero.

 

 

Otro de los muros con los mampuestos dispuestos en espiga (opus spicatum).

 

 

 

Lienzo Sur.

En excavaciones realizadas por el doctor Arturo Oliver fueron descubiertos elementos del Neolítico, junto a los restos de un poblado ibérico. Pero la base de la construcción del castillo corresponde a la época musulmana en torno al siglo XI. Ramón Berenguer en 1157, y su hijo Alfonso II de Aragón en 1171, hicieron donación del castillo y distrito de Cervera a la orden de San Juan del Hospital. Pero como estaba en poder musulmán la donación sería «para cuando se conquistase a los sarracenos». Pedro II el Católico llegó a dominar el distrito o demarcación del castillo de Cervera si bien no pudo sostenerlo y lo que hizo fue confirmar, en 1208, la donación a la orden del Hospital que había hecho su padre y su abuelo. Al ser conquistada Burriana, en 1233, Jaime I confirmó todas las donaciones de sus antecesores, entre ellas la del castillo de Cervera, en atención a la ayuda prestada por el maestre de la orden Hugo de Folcalquier, en el asedio de aquella ciudad de la Plana. Con honrosas condiciones, el castillo se rindió por fin al maestre de la orden, Hugo de Folcalquier, tras la toma de Peñíscola y Morella. Dos años después fue dado a poblar a familias cristianas (8 de octubre de 1235) manteniendo la población musulmana sus propiedades, culto e instituciones. Ese mismo año, Hugo de Folcalquier, convino con Blasco de Alagón (conquistador y señor de las tierras vecinas de Morella), en fijar los lindes de los dos distritos. Amojonado todo el distrito y acotada la demarcación de todas las tierras tributarias del castillo de Cervera, dictó Hugo de Folcalquier las normas a que han de ajustarse los pobladores de todo el señorío.

 

 

 

Torre del extremo Sur.

Al crearse la orden de Montesa en 1317, con los bienes de los Templarios y Hospitalarios en tierras valencianas, se adjudicó al maestre de la nueva orden el castillo de Cervera y su Baylía.  Sería el Maestrat Vell. Aquí nacía la histórica denominación comarcal, puesto que aunque en un principio los dominios maestrales se limitaban al citado bailío de Cervera, en años posteriores se ampliarían con un crecimiento de autoridad y poder del maestre dentro de la orden. Desde los primeros tiempos el auténtico centro de gravedad de la orden de Montesa fue la bailía de Cervera y, concretamente su castillo, donde se ubicó el archivo (hasta 1556 en que se trasladó a Montesa, Valencia) y fue residencia en los primeros años del maestre. El Castillo de Cervera fue cabeza de la bailía de Cervera. En ella estaban incluidos los siguientes territorios: San Mateo, Rosell, Chert, El Molinar, La Barcella, La Jana, El Carrascal, Traiguera, San Jorge, Canet lo Roig y Cálig. Durante la Guerra de Sucesión, tuvieron lugar fuertes ataques por ambos bandos. El sitio ventajoso en el que se haya para defender el único paso que los montes dejan entre el mar y San Mateo, fue la causa del interés de su posesión por los dos bandos, lo que llevó a sufrir diversos bombardeos. El rey Felipe V ordenó derruir el castillo que ya había perdido su relevancia estratégica. Aunque el castillo sufrió fortísimos desperfectos a causa de la Guerra de Sucesión, hoy en día tras múltiples reformas, va recobrando la grandeza de antaño.

 

 

 

Frente Sur, visto desde el fondo de la Rambla de Cervera.

 

 

Interior de la única torre circular del conjunto, situada en el frente Suroeste.

Durante los meses de abril y mayo de 1985 se desarrollaron trabajos de limpieza y obras de consolidación de urgencia en la Torre Norte. Para ello se rellenó el enorme boquete existente en su base con mampostería de piedra de caliza local, sencillamente desbastada y casi en seco en su cara externa, disponiendo de mortero mixto de cemento y cal en su interior. También se procedió a la limpieza de escombros y conductos del aljibe enterrado. Estas obras fueron subvencionadas por la Consejería de Cultura. En los meses de junio y julio del 2000 se llevaron a cabo excavaciones arqueológicas, a cargo de la Consejería de Cultura y Educación.

Exterior e interior de la torre del extremo Noroeste.

 

 

Pequeño aljibe excavado en la roca.