La situación de este legendario castillo es bastante recóndita, 32 km al Suroeste de Caravaca en línea recta, aunque pueden ser muchos más por carretera. Y a 5 km del límite con la vecina provincia de Almería. A sus pies existe un pequeño caserío llamado Casas de la Capellanía y un camino que discurre por la ladera del monte del castillo. No hemos apreciado sendero ni acceso alguno al castillo, pero se puede llegar a él desde cualquier punto campo a través. También es llamado castillo de los Poyos de Celda.
El estado de este castillo es auténticamente lamentable. No es ni sombra de lo que fue. El mortero que une las piedras está completamente degradado, por lo que éstas, no hacen más que despegarse y caer por las laderas. Apenas es perceptible su planta y, en breve, se convertirá en un montón de escombros.

Frente Norte.

Cerro del Castillo, desde el Sur.

Torre de mayores dimensiones, posible Homenaje.

Extremo occidental del castillo.

Castillo roquero de planta irregular con, al menos, dos recintos. El recinto superior (celoquia), más pequeño, y el recinto inferior, amplio y situado en su vertiente Norte, que podría funcionar como albácar. Del recinto inferior apenas queda nada. Del recinto superior queda especialmente la parte Norte, puesto que la mayor parte del lado contrario se ha desmoronado ladera abajo. La ladera meridional es muy empinada, incapaz de albergar ningún elemento ni obra, y es también, la más deteriorada. El recinto superior tiene planta poligonal alargada reforzada con cubos cuadrangulares de trecho en trecho, encarada al Este-Oeste. El número de torres es difícil de precisar, debido a su rápida destrucción. El lado Norte cuenta claramente con tres, una de ellas, más grande, pudo ser el Homenaje. En el lado Sur parece que se aprecien dos más. En el lado Norte hay vestigios de un antemural. No hemos podido descubrir donde estuvo la puerta. Queda un pequeño aljibe, casi colmatado, que todavía conserva parte de su bóveda de medio cañón. La fábrica del castillo es íntegramente la mampostería trabada con mortero de cal.


Extremo oriental.

Torre Noreste.


Torre Noroeste, posible Homenaje.
Castillo del siglo XII. Algunos autores creen que este fue el castillo de Yayttila, mencionado por el gran geógrafo al-Udri. En él se alojó Alfonso X el Sabio en 1244 cuando se dirigía a la conquista de Lorca. Celda aparece por primera vez en la documentación cristiana en 1246. En 1277 el castillo de Celda fue concedido a Lorca y posteriormente, en 1295, a Nicolás Pérez incluyendo, además, la donación de las salinas que existen en su término. Cuatro años más tarde volvíó de nuevo a Lorca. Tras la reorganización administrativa producida con la ocupación aragonesa del reino de Murcia (1296-1304), Celda aparece, junto a Coy y Canara, bajo el poder señorial de Ruy Pérez de Canara, a cuyos descendientes quedaría ligado el lugar hasta 1340, cuando, junto a Coy, fue vendido al marqués de Villena, don Sancho Manuel. Hacia1343, Sancho Manuel había logrado formar un pequeño señorío con Celda y Coy. Más tarde, el 15 de septiembre de 1381, Sancho Manuel permutó o vendió Celda al concejo de Lorca. Los continuos cambios de propietario ponen de manifiesto los graves problemas para su repoblación, agravados en este caso por su situación en primera línea fronteriza. Durante toda su existencia sufrió las algaradas tanto de los moros como de los cristianos. Y a pesar de los intentos de Lorca por hacerse con su jurisdicción, Celda fue finalmente anexionada a los señoríos que la Orden de Santiago poseyó en el Reino de Murcia, y pasó a depender de la encomienda de Caravaca a partir de 1381, en cuyo término municipal permanece en nuestros días. Celda fue abandonado en 1492. Y en el siglo XVI fue demolido para que no fuera ocupado por bandoleros o salteadores de caminos.
Torre central Norte.


Celda en la lejanía.