Castillo de Bétera

Fachada principal del castillo en el año 2011.

Fachada principal del castillo en el año 2021.

El castillo se halla frente a una plazoleta en el núcleo urbano más antiguo del pueblo, que es también el punto más elevado de la pequeña loma donde se asienta.

Muy buen estado. Fue restaurado entre 1984 y 1989 sin respetar demasiado su aspecto original ni los materiales con que estaba construido. Actualmente (año 2021) está siendo sometido a una nueva transformación para habilitarlo como museo etnológico.

Cubo situado a la izquierda de la puerta. Gracias al desconchado se puede observar el tapial original de su fábrica.

El mismo cubo en el año 2021.

Torre del Reloj o del Homenaje en 2011 y 2021.

Castillo de tipo palaciego con planta poligonal irregular, que dispone de seis torres o cubos unidos por cuerpos residenciales de varios pisos. Son dos cubos semicirculares, tres rectangulares y la del Homenaje, conocida como Torre del Reloj por el reloj que le instalaron en 1897. Destaca sobre ellas y sobre el conjunto del edificio esta torre, cuyo cuerpo ligeramente troncopiramidal se alza hasta los 25 m. de altura. Su planta mide 8 x 6 metros. Ocupa una superficie el castillo de 890 m2. Todo el conjunto se alza sobre una base rocosa ataludada tapizada de gruesa mampostería. En la última restauración se le añadieron las almenas contra todo pronóstico histórico o artístico y con informes en contra de la Consejería de Cultura. También fue sometido a un colorido enfoscado que ocultaba su fábrica de tapial, a la colocación de rejería y carpintería moderna y a la alteración de toda su estructura interior.

 

 

 

 

En estas imágenes se observa cómo se levanta el edificio sobre una base ataludada de mampostería. A la izquierda, cubo Este. A la derecha, cubo y entrada Norte. Y debajo, la fachada Oeste.

En principio fue una simple torre árabe, quizá muy similar a la cercana torre Bofilla. Luego fue una fortaleza islámica, que sería aprovechada por los conquistadores cristianos. Desgraciadamente, de este edificio primitivo apenas nada queda, ya que fue demolido en 1364 por orden de Pedro II tras las Guerras de la Unión, reedificándose por completo con posterioridad. En 1549 el castillo había perdido ya todo su carácter defensivo, para convertirse en residencia de verano de los barones.

A comienzos del siglo XIX, en 1813, de acuerdo con la Orden Real de 1811 que suprimía los derechos señoriales, el ayuntamiento de Bétera asaltó el castillo en nombre del rey, apropiándose de las habitaciones del señor, de la bodega, del molino de aceite, las prensas y otras instalaciones. En 1814, una sentencia judicial instó al alcalde a restituir al señor, Genaro Rabassa de Perellós y Lanuza, todas estas pertenencias y a pagar una multa. En 1888, el marqués cedió gratuitamente el castillo de Bétera a la mencionada Junta del Señorío (de Montes), para convertirla en el Asilo de Nuestra Señora del Carmen, con la condición de desarrollar allí una escuela de párvulos gratuita para los dos sexos, y de que también podría utilizarse como hospital en caso de epidemia o necesidad. El mantenimiento del asilo, la conservación y el salario de las monjas dependería de la Junta de Montes y Señorío Territorial de Bétera, de sus propios ingresos generados por las tierras. A finales de siglo, y hasta principios del siglo XIX, algunas de las dependencias del castillo fueron destinadas a calabozos de la población. El castillo se convirtió durante la Guerra Civil en refugio local, prisión y base de alerta antiaérea.  Hasta la década de los 70 del pasado siglo perteneció a la Junta de Montes.  Finalmente fue donado en 1983 al Ayuntamiento, quien lo promovió a Monumento Histórico-Artístico e inició las obras para su rehabilitación y consolidación, con lo que el edificio presenta hoy un excelente aspecto, aunque muy modificado debido a las diversas reformas y modificaciones que ha sufrido a lo largo de la historia. Albergó la Biblioteca Municipal y un salón de actos.

 

 

 

 

Fachada Norte. Excesivamente transformada.