A dos kilómetros al Noroeste del pueblo, en la partida de su nombre, también conocida como Fonda.
Desaparecido. Nos indicaron los vecinos que, al construir acequias y canales de riego, aparecen, ocasionalmente, piedras y restos antiguos, pero, actualmente, todo son naranjales.
Debió tratarse de un pequeño castillo, o quizá, simplemente una torre que efectuaría la defensa del poblado morisco homónimo, sistema muy utilizado en nuestras tierras y del que quedan múltiples ejemplos.
En 1393 fue donado el territorio a Pere Benimer. En 1609, con la expulsión de los moriscos, quedó desierto el poblado, y tras el paso de los siglos llegó la completa ruina que terminó con la roturación de nuevas zonas agrícolas y la destrucción total de los restos. No queda ni castillo ni poblado, tan solo el nombre. En 1762 fue creado el marquesado de Benimeixís que, actualmente, pertenece a la familia Iturralde.