Castillo de Albiol

Flanco occidental del castillo.

Lo podemos encontrar sobre unas peñas rocosas de 864 m de altura, dominando el pequeño caserío de Albiol desde el Norte. Desde el pueblo surge un buen camino, solo para viandantes, que llega hasta la misma puerta. Puerta que habitualmente está cerrada impidiendo su visita, a no ser que se tenga la precaución de contactar antes con la empresa que gestiona las visitas. Algo bastante incómodo.

El castillo se encuentra en bastante mal estado. Aunque ya ha sido reparado, sin estridencias, en todos sus elementos que presentaban riesgo de derrumbes. En el año 2001 se procedió a su limpieza y desbroce. Y ahora (agosto de 2022) se ha hecho público un proyecto para seguir recuperando este castillo. Esperemos que no tarde en ejecutarse.

 

 

Vista general del castillo. Se observa su amplio dominio visual. Imagen extraída de la web: “diarimes.com”.

 

 

 

 

Extremo meridional.

Por encima del caserío, asoman los restos del castillo.

Castillo roquero de planta poligonal irregular adaptada al espacio disponible en una especie de meseta existente sobre unas rocas verticales, al modo de lo que en otras partes de España se conoce como una muela. Cuenta con dos recintos. Uno muy claro con todo su perímetro conservado por encima de las rocas, y otro muy desdibujado, en la pequeña elevación que existe en el centro de la meseta. Ocupa una superficie aproximada de 3.500 m2. Los muros se adaptan, camuflan y mimetizan entre las rocas, buscando siempre la mayor verticalidad. Incluso hay rocas que parecen talladas artificialmente. Tan solo existen cinco cubos de refuerzo en el lienzo, cuatro cuadrangulares y uno circular en la zona oriental. En los muros que conservan suficiente altura subsisten numerosas aspilleras. La única entrada se sitúa al Sur, aprovechando un hueco entre las piedras. Actualmente está cerrada con una puerta metálica.

En el interior del recinto podemos encontrar tres construcciones bastante diferentes entre sí. Una torre que pudo ser el Homenaje, un aljibe y otra torre más al Norte. La torre de mayores dimensiones (como ya hemos dicho, pudo ser el Homenaje) es de planta rectangular (9 x 4 m) y está considerada la obra más antigua del conjunto. Se alza en la parte más elevada del pequeño recinto interno y conserva tres de sus muros solamente, ha perdido altura pero aún conserva unos 6 m. de altura.

La segunda torre, también tiene planta rectangular y presenta una fábrica muy diferente a la torre anterior. De ésta solo quedan unos 2 m de altura y presenta unas dimensiones de 5,30 m de largo por unos 4 m de ancho. Hacia el Este de la torre principal existe otro edificio de planta rectangular (7 x 4 m) identificado como el aljibe, que todavía conserva parte del arranque de la bóveda que lo cubría y el enlucido impermeabilizante que recubría sus paredes.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Cubo meridional.

 

 

 

Muro Suroeste intramuros, en el que se abren numerosas aspilleras. Al fondo se ve el cubo Oeste.

 

 

 

Interior del cubo Oeste.

Exterior e interior del cubo septentrional.

 

 

 

Aspilleras del muro Noreste.

 

 

 

En el muro Noreste aparecen dos sillares ciclópeos de dos metros de longitud.

 

 

 

De lo más interesante es el muro Noreste. También hay un tramo en el que aparece mampostería en “opus spicatum”.         

Los muros se adaptan a la perfección a todas las formas irregulares de las rocas, incluso a las grietas.

Cubo circular, al Este del recinto.

Se cree que en un primer momento, hacia el siglo XII, pudo levantarse la torre principal, situada en la parte central del recinto. Se ha datado la torre que se ubica más al Norte como del siglo XIII y el resto entre el siglo XIV y XV. El castillo de Albiol fue construido por los musulmanes posiblemente sobre una construcción romana anterior, y formó parte de los castillos musulmanes de frontera de las montañas de Prades hasta mediados del siglo XII. Dependía del castillo de Siurana. Se conoce que el castillo ya existía en el siglo XI por un documento del año 1089 en el que se menciona que Ramón Berenguer I, conde de Barcelona, atacó con sus tropas varios castillos musulmanes de las montañas de Prades, entre ellos el de Albiol. Finalmente fue conquistado por Guillem de Claramunt en 1151, poco antes de la caída del castillo de Siurana, producida ésta entre los años 1153 y 1154. Una vez en poder cristiano, en 1158 el Conde de Barcelona Ramón Berenguer IV cedió el lugar a Juan Martorell con el encargo de reconstruir el castillo. Posteriormente, el 1185, el rey Alfonso el Casto donó al arzobispo Berenguer de Vilademuls la jurisdicción y otros derechos que la corona tenía sobre Albiol, que pasó a ser administrado por el capítulo eclesiástico. Una vez separadas las rentas, hacia 1194, el arzobispo donó los restantes derechos a Guerau de Aviñó, quien permutó su apellido con el de Albiol, poseyendo así el castillo y otros honores en feudo de la iglesia de Tarragona. Finalmente, hacia 1209 Dalmau de Albiol y su mujer Berenguela, vendieron todas sus posesiones y derechos del término al prepósito Ramón de San Lorenzo, señor de La Selva del Campo.

La torre mayor presenta dos tipos de fábrica. La mitad inferior con sillarejos de muy diferente tamaño pero muy bien escuadrados. Y la mitad superior, con mampostería irregular.

A la torre le falta uno de sus lados. Su obra fue consolidada hace algunos años.

 

 

 

Aljibe.

Durante la guerra civil de Cataluña en tiempos de Juan II y con el arzobispo de Tarragona Pedro de Urrea el castillo fue fortificado y dotado de guarnición y de pertrechos de guerra, en 1472. En el siglo XVII por la Guerra de los Segadores el castillo de Albiol, aunque la lucha no llegara nunca a la fortificación, constituyó un refugio donde se hostilizaban a las formaciones castellanas cuando éstas ocuparon varias localidades del Campo de Tarragona. Al final de la guerra en 1654, Felipe IV mandó el derribo y destrucción del castillo. En 1714, durante la Guerra de Sucesión, tuvo lugar un enfrentamiento armado entre los migueletes catalanes al mando del coronel Antonio Vidal y las tropas borbónicas. Durante la Guerra de la Independencia el arruinado recinto del castillo fue utilizado como prisión para franceses. Y durante la Guerra Civil (1936-39), aún fue escenario bélico al instalarse en su recinto un punto de vigilancia, aunque no sufrió actos de guerra. En el año 2007, el ayuntamiento de Albiol compró el castillo a Gustavo de Visiedo Boleda que lo tenía como propiedad privada y le había sido heredado. En el año 2021 se procedió a su limpieza y desbroce. El ayuntamiento tiene entre sus próximos proyectos la recuperación del castillo.

Esta es la otra torre, mucho más arruinada y con fábrica muy diferente.