Casa Carlos

En Abizanda, formando parte de su núcleo urbano.

Bastante buen estado. Todavía habitada.

Es un edificio de planta rectangular, en cuyo frente sobresale por una de las esquinas un cuerpo rectangular, correspondiente a una torre defensiva que según las apariencias se construyó contemporáneamente a la casa. Tanto la casa como la torre están construidas en mampostería de arenisca, con refuerzo de sillares en las esquinas y se cubren con teja árabe, a dos aguas la casa y a una la torre. La primera consta en la actualidad de tres pisos (su altura total pudo ser rebajada en un momento indeterminado) y la torre con cuatro. La composición de la fachada ha sido relativamente alterada por reformas de época contemporánea, aunque conserva todavía numerosos elementos originales. Entre ellos destacan las dos puertas de la planta baja, situadas una junto a otra, la más grande que da al zaguán y la menor, de acceso a las cuadras para las caballerías. La puerta principal es en gran arco de medio de largas dovelas, moldurado en el extremo de su rosca con una sucesión de mediascañas y baquetones. Sobre la puerta principal hay un escudo de factura reciente que sustituye al original, que se encuentra en el patio, muy desgastado, es de cueros recortados y parece del siglo XVII. 

La torre carece de accesos desde el exterior. En sus paramentos se abren diversos vanos, desde los originales de carácter claramente defensivo (aspilleras en la primera planta, aspilleras y troneras en la segunda) o residencial (ventana adintelada enmarcada por piezas de arenisca moldurada en la segunda planta) hasta los balcones de apertura relativamente reciente (contemporáneos a los vanos de la planta principal de la fachada) o los grandes huecos para el posible acceso de productos agrícolas en la superior. El acceso a la torre se realiza desde la planta baja, y tiene accesos también desde los pisos superiores. En este espacio los pisos se cubren también con cubierta plana con forjados de vigas de madera.