Edificio construído según los cánones rústicos de la zona, sin elementos que lo hagan destacar por encima de otros, a excepción de dos aspilleras situadas en dos de sus lados. El lugar es muy estrecho y enrevesado, pero las aspilleras encaran con las dos calles que las enfrentan. Es decir, cualquier enemigo que se dirija hacia el ayuntamiento, es enfilado directamente por disparos hechos desde las dos aspilleras. No tiene escapatoria. Posiblemente daten de los disturbios carlistas.