Torre de Jorquera

Sobre un monte de 797 m de altura, seis kilómetros al Sur de Caravaca. Antaño tuvo muy buena visibilidad, tanto por el Norte con Caravaca, como por el Sur, frente al enemigo, pero hoy día (septiembre 2025) está parcialmente oculta por pinares. En el momento de nuestra visita, el camino estaba en muy mal estado, pero en condiciones normales se puede llegar hasta ella con vehículo.

En total abandono. Grietas, pérdida de materiales, pintadas, huecos en sus paramentos. Incluso, hace algunos años, sus propietarios retiraron un escudo heráldico rematado por un frontón moldurado que estuvo colocado sobre el vano de acceso.

 

Torre atalaya de planta circular y forma troncocónica. Es gemela a la Torre de la Represa, construida al mismo tiempo y a una distancia de 4.600 m. El diámetro en su base es de 6’5 m y conserva unos 8 m de altura, aunque queda patente, que le falta el remate. Consta de un primer cuerpo macizo, un segundo cubierto con bóveda de media naranja y finalmente, una terraza con parapeto. La entrada se sitúa a la altura del primer piso, orientada al Norte, solo accesible mediante escaleras retirables. Sobre ella estuvo el escudo de los Figueroa, Mestre de Santiago, pero ha perdido el escudo, sillares del contorno del vano y un gran sector de piedras de su parte superior. A la terraza se accedía por un estrecho hueco en la bóveda, también con escala retirable. Excepto los sillares que contornean la entrada, toda la obra es la mampostería trabada con mortero de cal, muy regular y bien encarada hacia el exterior. Presenta diversas saeteras adinteladas y abocinadas bastante degradadas por la pérdida de materiales.

Entrada. Totalmente degradada.

Fue erigida en el siglo XIII por los caballeros templarios para fortalecer las fronteras ante los musulmanes de Granada. A raíz de la toma del castillo de Bullas por sorpresa en 1285, por los musulmanes. El escudo que tuvo se debe a don Lorenzo Suárez de Figueroa, maestre de Santiago entre 1383 y 1409.