Las defensas de Olivenza se complementaban con nueve torres atalayas dispersas por sus alrededores. Fueron construidas de nueva planta o reformadas otras más antiguas. Se levantaron para proteger Olivenza durante las llamadas Guerras de Restauración (1640-1668) por las que Portugal se separó de la corona española durante el reinado de Felipe IV, nombrando su propio rey en la persona de don Juan IV. De base circular, están constituidas en mampostería y divididas generalmente en tres niveles. Su acceso se hacía por escala hasta el nivel medio. El nivel inferior servía de almacén. El nivel medio, aparte de lugar de acceso era donde se situaba un hogar para hacer fuego de señales. El nivel superior es una terraza. Los tres niveles suelen estar comunicados por una escalera adosada al muro interior. Desde el lugar donde se ubican se divisa la torre del castillo en los nueve casos.

Cerro de San Gil.
Sobre un cerro de 297 m. de altura, a cinco kilómetros al Este de Olivenza, a la izquierda de la carretera de Valverde, antes de llegar al pantano de Piedra Aguda. No hay caminos ni senderos. Para llegar hasta la cima hay que marchar a pie campo a través. La torre ha desaparecido.


Toda la cima está muy modificada, con grandes movimientos de tierra. Hay un depósito de agua, un vértice geodésico y unos cimientos de una obra de planta cuadrada que asoman entre las hierbas. Quizá pertenezcan a la torre.