

En la urbanización de su nombre, a escasos 200 m. de la torre de la Ermita. En el interior de un chalet, al que pertenece.
Buen estado, aunque ha perdido el remate superior.
Torre de planta cuadrada (5’50 m de lado), construida a base de sillares bien elaborados, lo que le da un aspecto muy sólido. Esta torre, que ha sido recientemente restaurada, posee, sobre un pronunciado talud, tres plantas y terraza a la que se accede por una escalera de caracol. Posee varias ventanas, la mayoría de ellas adinteladas y aún son visibles algunas aspilleras. En una de sus fachadas se ven los restos de un reloj de Sol, algo típico en estas fortificaciones. Está adosada por dos de sus caras a una finca. Como curiosidad destacaremos que la torre posee un aljibe en su interior.