Ubicada en lo alto de una suave colina, vértice geodésico, de 1.168 m de altura, con un excepcional campo visual, a 8 km al Oeste del pueblo. A pesar de situarse en lo más intrincado de la sierra, cuenta con un buen camino que nos permite acercarnos incluso con vehículo. La cañada ganadera de Castilla con Aragón discurre junto a ella.
Su estado no es demasiado bueno. Se aguanta en pie gracias a su solidez. Tan solo quedan sus cuatro paredes y parte de la bóveda de la última planta.
Lado Suroeste. Se le ha abierto un boquete para poder entrar, ya que la puerta se sitúa a gran altura.
Lado Noreste. Aquí podemos ver el vano de la puerta.
Por encima de un inmenso bosque, asoma la torre.
Torre atalaya de planta rectangular (5 x 7 m) y con una altura de unos 12 m. Está construida en mampostería irregular por hiladas reforzada en las esquinas con piedras algo mayores y mejor escuadradas. Tuvo tres pisos además de la terraza y es ligeramente troncopiramidal. El piso inferior es el más alto, de unos 5 m, y no conserva arranque de escaleras. El segundo y tercero son de 3 m de altura. El tercero posee una bóveda de cañón de la que queda una parte. El grosor del muro es de 1,90 m. No tiene ningún vano aparte de la puerta, situada a la altura del tercer piso en su flanco Noroeste. En la terraza se ha colocado el mojón del vértice geodésico, para lo que se construyó una escalera metálica pegada a la pared y, posiblemente, se abriera el boquete de la planta baja, pero lo desconocemos. Quizás ya estaba hecho con anterioridad.
Se dataría a finales del siglo X y principios del XII, en concreto el año 1128, cuando Alfonso I el Batallador utilizó esta ruta para sitiar y conquistar Molina.
Bóveda del tercer piso. Su ascenso es peligroso y no lo recomendamos.
En el hueco de la puerta todavía se conserva una piedra con el quicio.
Esquina oriental.
Esquina Sur.