En la Plaza Mayor de Santillana del Mar. Llamada así por el que fue merino mayor (o representante del Rey) de las Asturias de Santillana entre los años 1436 y 1440, Gonzalo González de Barreda.
Muy buen estado. Restaurada con acierto.


Lateral de la torre.
Es un edificio medieval gótico que se construyó con una indudable función defensiva y militar. Destaca por sus imponentes y rotundas líneas arquitectónicas, no exentas de la característica sobriedad de las construcciones de la época (siglo XIV). Su aspecto original, que ha ido cambiando con los años a través de sucesivas reformas, aún se percibe a través de las almenas y pequeñas ventanas góticas y en su interior. Está hecha de mampostería con esquinas de sillería. Posee saeteras, ventanas ajimezadas y ventanas abiertas en periodos más modernos. Construida en piedra, la estructura interior fue originalmente de madera, así como el cadalso, cuyos restos aún se conservan. La robusta y austera torre, símbolo en su tiempo del poder real y de la supremacía de Santillana en la Merindad, pertenece aún a la familia Barreda, después de que varios de sus miembros ostentasen el cargo de merino mayor.
Probablemente fue construida a finales del siglo XIII, y remodelada en ciertos aspectos en los siglos XIV y XV, aunque algunos autores apuntan como fecha inicial de construcción el siglo XIV. Se cree que fue construida por el estado para el merino de las Asturias de Santillana, iniciando el proceso de urbanización en torno a la plaza civil de Santillana en contraposición a la religiosa, donde está la colegiata. Además de residencia cumplía una función militar. Hoy la torre está cuidadosamente restaurada. Ya en 1927 se había ejecutado una restauración bastante cuidada de la misma. La principal transformación contemporánea es la conversión de las almenas en ventanas y la ejecución de una cubierta a cuatro aguas sobre ella, al igual que ha sucedido en muchas otras torres almenadas españolas.

Plaza Mayor, con la Torre del Merino y la Torre de don Borja.