En el momento de su edificación se encontraba junto a la misma desembocadura del río Júcar, pero la riada de 1864 cambió el curso del río, quedando desde entonces la torre separada del río por aproximadamente, un kilómetro. Mantiene contacto visual con el castillo de Cullera. Para llegar hasta ella hay que dirigirse por el camino de L’Estany, que pasa a escasos metros de ella. Cuenta con aparcamiento para vehículos.
Muy buen estado. En el momento de nuestra visita en el año 2012, tras ser restaurada, albergaba una pequeña exposición sobre el siglo XVI.
La torre vista desde la playa.
Torre de vigía costera de planta circular y sección troncocónica, con fábrica de sillares y mampostería. en su parte superior destacan los modillones de un desaparecido matacán corrido o corsera. Conserva una altura máxima de 13 m. y un perímetro de 11 m. Tiene un único acceso a ras de suelo mediante un arco de medio punto con buenas dovelas. En su interior, una escalera de caracol comunica las tres plantas de la torre, terminando en la terraza, preparada para albergar pequeñas piezas artilleras. Contaba con cuatro “guardas de mar”, dos a pie y dos a caballo, que podían avisar rápidamente de cualquier incidencia. Sobre la puerta existe una lápida con la siguiente inscripción:
“Reynando el siempre vencedor don
Felipe Segundo siendo su lugar
Teniente i Capitan general en
este Reyno de Valencia Vespasia
no Gonzaga Colona Príncipe de
Sabioneda duque de Traieto mar
ques de Hostiniano conde de Fundi
y de Rodrigo. Año de MDLXXVII”
La torre, como se aprecia en esta imagen, mantiene contacto óptico con el castillo de Cullera.
Fue construída en 1577 por el famoso ingeniero italiano Gian Battista Antonelli, encuadrada dentro del programa de fortificaciones de la costa del Reino de Valencia, llevada a cabo por el monarca Felipe II, como defensa ante los ataques piratas.