Una de las calles que descienden del montículo tiene este nombre. Posiblemente la torre tuviera un recinto.
Estuvo situada en lo que hoy es la plaza de Vicente Rojo, en el extremo Norte del pueblo, sobre una colina.
Desaparecida. El historiador Ros Biosca señala que a mediados del siglo XIX todavía eran visibles sus restos.
Debió ser una torre fuerte, no una simple atalaya de vigilancia. Esta población, desde la antigüedad ha sido un importante nudo de comunicaciones y debió de contar con una importante fortificación en consonancia a su posición.