Torre de San Vicente

En la Avda. Ferrandis Salvador, junto a la playa de su mismo nombre, en el lugar llamado La Olla de Benicásim, lugar perfectamente resguardado para las embarcaciones, por lo que constituía uno de los lugares preferidos para desembarcar los piratas. En la actualidad, la torre se encuentra rodeada de edificios de apartamentos turísticos.

Se encuentra en perfecto estado, ha sido restaurada con acierto y está abierta al público con exposiciones diversas.

 

 

La torre vista por la parte de tierra, con los airosos torreoncillos y el matacán que defiende su puerta.

Bóveda que cubre su única planta, dividida en medio, por un gran muro.

 

 

Cañón situado en la terraza. Al fondo, ténuamente, se ve la torre Colomera.

Torre de vigilancia costera, de gran tamaño y porte airoso, con un sólido e impresionante aspecto. Posee planta cuadrada (11’5 m. de lado) y una altura de 14 m. Está fabricada a base de mampostería con buenos sillares en las esquinas. Los gruesos sillares son grises, de piedra caliza mientras que la mampostería de relleno está formada por piedras de rodeno rojizas, que le dan un aspecto muy característico. Se accede al interior por una sola puerta que se encontraba a un metro ochenta del nivel del suelo en origen, pero ahora al haberse rellenado el terreno, su altura es mucho menor. Su única planta, de 5 m. de altura, estaba dividida por dos paredes en forma de cruz con accesos a las cuatro salas por medio de cuatro pequeñas puertas. Pero durante la restauración se eliminó una de las paredes, dejando el muro longitudinal a modo de estribo y quedando dos amplias salas dedicadas en la actualidad a la recepción de visitantes. En esta planta se abren cinco grandes aspilleras, una chimenea con arco rebajado y una estrechísima escalera de caracol en el ángulo Noroeste embebida en el muro. En la terraza aparecen cuatro cañoneras, un matacán sobre la puerta y dos pequeñas torrecilla circulares en el frente que da al mar. En sus aledaños estaban las caballerizas.

La puerta en 2009, con una escalera metálica moderna y el matacán que la defiende desde la terraza.

Fue levantada entre 1597 y 1599 por decisión tomada en las Cortes de Monzón, para cumplir funciones de vigilancia y defensa frente a las incursiones de los piratas berberiscos que asolaban las costas valencianas durante aquella época. Nicolau de Casalduch, caballero y Señor de la Baronía de Sierra de Engarcerán, contrató con Joan Nebot, obrero, la construcción de la Torre de San Vicente en la Olla de Benicásim.

Escalera de caracol.

Chimenea.

La torre figura en el inventario de armamento y personal existente en las torres del distrito de Castellón, de 1728, hecho por mandato del Príncipe de Campoflorido y en él consta que estaba provista de: “un cañón de hierro de seis libras de calibre con su cureña de campaña”. En 1850 pasó a depender del Cuerpo de Carabineros, pero se comenta en 1870 que ya es completamente inútil. A partir de 1939 dependió de la Guardia Civil, quedando abandonada y con un fuerte deterioro, hasta que fue restaurada a finales del siglo XX.