Se localiza cercana a una gran balsa de riego, tres kilómetros al Norte de Santa Eulalia. Entre el habitual laberinto ibicenco de caminos, pistas, senderos, huertos y casas. Está adosada a una antigua casa rural predial, ahora restaurada de modo lujoso. Queda en el interior de una parcela privada y solo es visible su parte superior sobresaliendo entre la vegetación arbórea.
Buen estado. Al mismo tiempo que se transformó la casa, se restauró la torre con acierto.
Torre de planta circular y muy ligeramente troncocónica, con unos 7 m. de diámetro. Conserva sus dos plantas cubiertas con cúpulas apuntadas. La puerta original estaba en la planta baja, de reducidas dimensiones, pero durante la restauración fue ampliada. Se conserva una curiosa aspillera interior, habilitada para disparar en caso de que los atacantes lograran traspasar la puerta. Sobre la puerta, en el parapeto existen restos de un matacán desaparecido. Las dos plantas se comunican por la habitual trapa en la bóveda arrimada a la pared.