Se sitúa cercana a la carretera EI-300 y al caserío de Ca Na Negreta, detrás de una empresa dedicada a los movimientos y venta de tierras y áridos. Entre el habitual laberinto ibicenco de caminos, bosques, pistas, senderos, huertos y casas. Está en el interior de una parcela privada, adosada a los edificios de la antigua casa rural.
Buen estado. Ha sido restaurada.
Torre de planta circular y forma cilíndrica, con unos 6 m de diámetro. Conserva sus dos plantas cubiertas con bóvedas apuntadas pero el parapeto prácticamente ha desaparecido. Los muros están construídos con mampostería plana colocada en espiga (opus spicatum). Pero el exterior está pintado con almagre, por lo que no se aprecia. Se da la circunstancia que el colorido original de las torres era rojizo y que han quedado muy pocas en que se haya conservado. La puerta original, cubierta con arco de medio punto, está en la planta baja, y todavía conserva su hoja de madera original. La comunicación entre las dos plantas se realizaba por medio de la habitual trapa, aunque ahora, al utilizarla como vivienda, el agujero ha sido ensanchado para colocar una escalera de caracol metálica. Conserva vestigios de una tronera.