En el interior del casco urbano, en la plaza de su nombre.
Buen estado. Ha sido restaurada recientemente.
Torre vigía de planta cuadrada y forma troncopiramidal, con almenas y algunos vanos modernos. Tiene fábrica de mampostería trabada con mortero de cal. Su acceso se presenta un poco elevado con una pequeña escalera de obra. Durante mucho tiempo las casas solo permitían ver uno de sus frentes, el que da a la plaza, pero el derribo por parte del ayuntamiento de una de ellas, ha liberado otro de sus lados. Alberga un pequeño museo.
Fue construída por los árabes. Se sabe que Albal fue una alquería que, en 1238, Jaime I donó a Gil de Atrosillo. Es probable que estuvieran muy próximas y fueran juntas en el lote, tanto torre como alquería. Este caballero, seis años más tarde, la vendió al Cabildo Catedralicio de Valencia, al que perteneció hasta el siglo XIX.