La torre sobresale, con tejado a un agua, por encima del conjunto.
En la partida del Barranco, cerca del camino que lleva de Cantavieja a las Casas de San Juan por el Sur, desde la carretera de La Iglesuela, en mucho mejor estado que la pista que discurre por el Norte del término. Se sitúa a 1.210 m. de altura, en el fondo de un barranco, lugar poco propicio para defenderse, pero muy útil para vivir, puesto que está junto a una fuente. Tanto es así, que es difícil de descubrir, oculta en una hondonada extraña. La distancia con respecto al pueblo es de unos 13 kilómetros.
Bastante buen estado. Aunque no esté habitada de forma habitual ha sido restaurada recientemente.
Masía fortificada en la que queda la base de su torre defensiva. Dicha torre todavía conserva unos ocho metros de altura y sobresale del conjunto por encima del resto. Es de planta cuadrada (6 m). La puerta no se aprecia, por lo que debe quedar en el interior de alguna dependencia. Al ser desmochada no ha conservado las almenas ni vano alguno y tan solo le han dejado dos plantas. Presenta refuerzos de sillarejo en las esquinas. Como curiosidad señalar, que la finca está dedicada a la cría de caballos, pero es que éstos pastan a sus anchas por todos los rincones de la masía.
Debió construirse entre los siglos XVI y XVII.