Primer Recinto de Murallas de Villalpando

Partiendo del castillo en dirección Sureste por la C/ Cercas de San Miguel, giraban en ángulo recto hacia la Plaza Mayor, es decir hacia el Suroeste. Luego volvían a girar por la C/ Espino hacia el Noroeste hasta la C/ Cercas de Santa María, y desde aquí, otra vez al castillo.

Muy mal estado. No obstante, se pueden apreciar algunos tramos, embutidos entre las casas, en la C/ Espino, así como uno de los muros de la iglesia de Santa María la Antigua, construída sobre la cerca.

Muro Suroeste de la iglesia de Santa María la Antigua. Es un lienzo de la cerca reutilizado al construir la iglesia.

En diferentes puntos de la C/ Espino se pueden observar restos de la muralla, con fábrica de cal y canto

Poca cosa se puede decir sobre esta primera muralla. Se intuye su perímetro, bastante oculto por las edificaciones modernas, pero su fábrica es bastante homogénea en todos los sectores. Se trata de una durísima tapia de cal y cantos rodados de pequeño tamaño, muy erosionada en algunas partes.

Ya fue amurallada en tiempos romanos como era costumbre en ellos, con estructura ortogonal y cuatro puertas principales: la pretoriana al Sur, donde vivía el Pretor; la decumena al norte, con su castrum y las otras dos la del Oeste y oriente. Aparece citada esta población en el año 998 con el nombre de Alpando. Tras su reconquista en 1170 es repoblada, siendo encomienda de la Orden del Temple. Fernando II repobló Villalpando en la segunda mitad del siglo XII como defensa del Reino de León frente al de Castilla dotándolo de una primera muralla y un primitivo castillo (ubicado entre Santa María la Antigua y San Isidoro).

 

 

 

Muro de la iglesia de San Miguel, también reutilizado de la cerca.