Vista frontal y trasera del colosal torreón semicircular, con fábrica de grandes sillares bastamente escuadrados y sin argamasa.
Apenas a un kilómetro al Sur del pueblo y de fácil acceso, incluso con vehículo. Hay señales indicativas.
Bastante buen estado para lo que es habitual entre los poblados ibéricos. Ha sido excavado en su totalidad y reconstruidas sus partes más destacadas. También han sido colocados paneles informativos.
Representación figurada de cómo debió ser el poblado, situada en el Museo Arqueológico. Se aprecian sus dos fases de poblamiento rodeadas por la muralla y el potente torreón semicircular.
Poblado ibérico fortificado con una fuerte muralla. Presenta dos fases de habitación claramente diferenciadas con un primer poblado de calle central en la parte alta del cerro y una ampliación posterior en la ladera del cerro, todo ello defendido por la mencionada muralla. Destacan la gran balsa situada al Suroeste del yacimiento junto a un enorme torreón defensivo de planta semicircular. Se conserva bien el entramado urbano de calles empedradas con los restos de las viviendas ibéricas de planta rectangular dispuestas en terraza.
Fue excavado por Juan Cabré, y más tarde por Pedro Bosch Gimpera, entre los años 1903 y 1919. El poblado estuvo habitado desde el siglo V hasta el siglo III a. C.
Aspecto de la parte superior del poblado, compuesto por una calle central con viviendas a los lados.