Palacio Condal

Esquina Sureste. Impresionante aspecto el de esta fortaleza.

Se halla en el centro de la población, ocupando el ángulo Suroeste de lo que fue el recinto amurallado. Su fachada principal recae a la Plaza de las Monjas.

Muy buen estado. El ala Norte está ocupada por el convento de la Virgen del Milagro.

La puerta se abre en el flanco de levante, defendida por un amplio matacán y el fuego cruzado, a ras del suelo, de las dos troneras de las dos torres. Además, conserva el hueco de un desaparecido rastrillo.

Torre Sureste.

 

 

 

 

Torre mayor, quizá Homenaje, denominada Torre del Paraguas. Se alza en la esquina Suroeste, tanto del palacio como de la cerca urbana.

Palacio fortificado de planta rectangular y colosales dimensiones, con cuatro grandes torreones en cada uno de sus cuatro ángulos, aunque el que está situado en la esquina Noroeste se encuentra un tanto desdibujado. Los torreones cuentan con numerosas aspilleras y troneras, y los dos del flanco de levante cuentan con varios matacanes y dos troneras a ras del suelo para batir la puerta. Todos los torreones se cubren actualmente con techumbre de teja árabe a cuatro aguas. Los lados del palacio miden 60 m. aproximadamente y se situaba en una de las esquinas de la muralla urbana, por lo que dos de sus lados formaban parte de dicha cerca. Probablemente debió contar con foso. Presenta un enorme patio central, diáfano hoy en día. Es un edificio de estilo gótico-renacentista. El cuerpo principal del edificio es de fábrica de sillar, y las torres de sillarejo reforzado con sillares como se aprecia en sus esquinas. Su aspecto actual es del siglo XVI, aunque se edificó sobre construcciones anteriores, probablemente aprovechando los restos de una fortaleza árabe del siglo XII o XIII. En el patio existe en su lado Sur la única parte que se construyó del claustro que debería recorrerlo todo, consta de cinco vanos arquivoltados en semicolumnas de fuste liso sobre pedestal. Esta obra clasicista data de finales del siglo XVI o principios del XVII. Actualmente es propiedad del Ayuntamiento, alberga la biblioteca, archivos municipales, un museo y diversas salas para exposiciones.

 

 

Ala meridional vista desde el interior del patio. Es el único lado donde se construyó lo que iba a ser un claustro.

 

Esquina Noreste del patio. Se aprecian elementos de lo que iba a ser el claustro, como modillones e incipientes arcos. El ala izquierda, que es la Norte, está ocupada por mojas de clausura.

 

De este palacio tenemos que destacar por su importancia artística y arquitectónica la Capilla de San Antonio Abad, donde tuvo lugar el milagro de la Virgen. Es una pequeña pero interesante estancia decorada por la familia Corella, como lo recuerdan sus armas, situadas en las tres claves de la bóveda de crucería que dividida en tres tramos, la cubre. Aunque el sistema de cubrición es todavía gótico, la decoración es completamente renacentista. Contiene un retablo de principios del siglo XVII obra del pintor contestano Nicolás Borrás. Existen referencias documentales de esta capilla a partir del siglo XIV.

 

 

 

Aspecto de la impresionante viguería de la torre del Paraguas, situada en el ángulo Suroeste.

La Sala Dorada, situada en el piso principal de la torre Suroeste, está cubierta por una bóveda de crucería cuyas nervaduras dejan trece espacios, en los cuales están pintados al óleo los primeros Reyes de Navarra, de los que creían descender los Corella, su escudo nobiliario, y otros símbolos heráldicos, como la serpiente con cabeza de mujer. En uno de los cuatro lunetos se puede observar al rey Jaime I ante los muros de Valencia y en los otros, escenas de batallas. Todas estas pinturas pueden fecharse hacia el siglo XVII, la mayoría de las imágenes se refieren a la ascendencia real de los Corella.

Serpiente con cabeza de mujer, armas de los Corella. Aparece aquí y en otros edificios del reino que les pertenecieron.

Bóveda de la Sala Dorada.

Salones de Embajadores. Con impresionante decoración renacentista, albergan el museo.

Los llamados Salones de Embajadores pueden servir como ejemplo de decoración renacentista. Estos salones en número de cuatro, ocupan toda el ala Este y se iluminan cada uno de ellos con un balcón que se abre al Pla de las Monjas, excepto el último salón, que es el mayor, el cual tiene otro balcón que da al patio. Su disposición, uno a continuación del otro, es lo acostumbrado en los palacios de la época. Los azulejos del suelo pintados en azul, son una reproducción exacta del antiguo pavimento gótico. El artesonado formado por vigas de madera tallada y artesones de yeso esculpido, es plenamente renacentista. Sus relieves representan aves fantásticas y elementos vegetales o grutescos, inspirados en las láminas de los libros sobre arquitectura procedentes de Italia que circulaban por toda Europa.

Balcones de los Salones de Embajadores, en la fachada principal u oriental.

Construido sobre un antiguo edificio musulmán del siglo XII o XIII. El primer edificio gótico fue construido en la segunda mitad del siglo XIII por el gran almirante de la corona de Aragón, Roger de Lauria, primer señor feudal de la Villa de Cocentaina. En el año 1449 Ximén Pérez de Corella compró la baronía de Cocentaina. Algo más tarde, al pasar a ser Condado, la familia Corella, realizó grandes obras de reforma y ampliación dándole el aspecto que vemos hoy en día.

Fachada principal, situada al Este.

Ala Sur.