El recinto amurallado se debía levantar próximo al primitivo castillo y hoy se encuentra confundido en la trama urbana, apenas perceptible. Debió discurrir entre los barrancos de los Moros y de las Monjas y el río Turia.
Muy mal estado. Los restos son muy escasos y muy confundidos entre edificaciones modernas. De manera habitual, al realizar obras, surgen restos, pero hasta ahora han sido vueltos a ocultar.
Imágenes de la torre tomadas desde el interior de la vivienda.
Muralla urbana reforzada por cubos cuadrangulares de trecho en trecho y fábrica de tapial. Se han encontrado tramos del foso. Y se cree que existieron dos puertas en las calles del Reloj Viejo y en la calle del Portal. Aunque se dice que existen numerosos restos en diversos puntos de la ciudad, todos han sido ocultados. Lo único visible hoy día es la torre de la Plaza de la Torre, y la torre, bastante disimulada por la vegetación silvestre, situada en las orillas del río.
Torre situada junto al río.
La villa estuvo amurallada hasta 1364 hasta que, en las guerras de la Unión, fueran destruídas. La presencia de importantes restos de un recinto amurallado, datados por los estudiosos en este período, permite mantener la creencia de la existencia de un asentamiento urbano llamado Riparubea (Ribera Roja), en un promontorio junto al Turia, con carácter militar, estratégico y de control sobre el amplio territorio cultivado.
Entre la vegetación y a la ribera del río Turia, subsiste esta maltrecha torre.